La Policía Local de Ciudad Real acaba de recibir una nueva remesa de chalecos antibalas (55) de última generación en sustitución de la equipación que aportó la Junta de Comunidades hace diez años al cuerpo que ya se ha quedado obsoleta.
La segunda entrega de estas prendas de protección (hace meses llegaron las primeras cincuenta unidades) son de fabricación alemana, “versátiles, ligeros y de mucha operatividad, explica el superintendente Fernando Díaz.
Las nuevas prendas pesan poco, disponen de muchos bolsillos para guardar desde paquetes balísticos, hasta grilletes, teléfonos móviles, cargadores o emisoras. “E incluso nos puede servir como un chaleco normal y corriente, casi como una prenda de trabajo más de la uniformidad”.
Para regular el tráfico
Los nuevos chalecos también están dotados de elementos reflectantes que se pueden sacar o no, lo que permite utilizarlos para regular el tráfico o hacer controles nocturnos con ellos, o no usarlo en servicios de seguridad ciudadana.
El chaleco antibalas es una prenda que la Policía Local de Ciudad Real utiliza cada vez con más frecuencia. Los ataques terroristas de los últimos años en versión lobo solitario o atropellos ha obligado a las policías municipales de toda España a dar un paso más en seguridad y protección de sus plantillas.
Cada vez más frecuentes
Es verdad que en el duro verano ciudarrealeño se limita su uso para evitar la deshidratación del agente, pero el resto del año cada vez es más frecuente ver a los policías locales con ellos. “El chaleco da protección y a veces eso es incompatible con la comodidad”, remarca Díaz.
Cada prenda de este tipo, muy importante para la seguridad de los profesionales de la seguridad pública, cuesta en torno a 600 o 700 euros, su adquisición supone un importante desembolso presupuestario.
