Muchos están casados, otros en pareja, sin embargo, la mayor parte de sus pensamientos los dedican a una tercera persona. Aunque ellos no son conscientes de que hayan engañado, están jugando con fuego. Testimonios vividos en cada momento del día ilustran a la perfección un nuevo tipo de infidelidad que está a la orden del día. Se trata de un lazo emocional que aún no ha cruzado el umbral del sexo y que ha sido bautizado por los terapeutas, sociólogos, psicólogos y sexólogos como “infidelidad emocional” pudiendo ser tan placentero para los implicados como peligroso para el futuro de su relación de pareja.
Muchos autores nos hablan de ciertos estudios en los que se refleja claramente que un porcentaje bastante alto de mujeres y hombres son infieles emocionalmente a sus parejas. Para que exista una infidelidad, tienen que reunirse tres condiciones: secreto, intimidad y química sexual. Muchas de estas personas, sin embargo, no sienten que están engañando a nadie, aunque no se les ocurriría enseñarle un mensaje de este amigo/a su pareja. Esa especie de “tonteo virtual” puede llevarnos a descontrolarnos emocionalmente y tener la sensación de fantasía de orden platónico.
Este tipo de relaciones tienen un componente o nivel de comunicación bastante profundo en la que se expresan emociones y afectos muy intensos que crean una gran dependencia mutua y en las que hay tensión y energía muy grande aunque jamás llega a concretarse en algo positivo. Todos los expertos señalan que uno de los pilares que hacen fuerte esos vínculos emocionales es la no idealización de la otra persona. Una relación en la que no tiene la oportunidad de probarse y desgastarse en el día a día probablemente está fuera de la realidad, por lo tanto, todo quedará como se ha dicho anteriormente en una fantasía. En este fenómeno radica la secreta seducción de este tipo de relaciones, normalmente de origen virtual, aunque posteriormente se pudiesen materializar.
La mayoría de las veces no llegan a concretarse de una manera feliz, no hay realidad, no hay defectos, toso es ideal, no se conoce la personalidad del oponente de manera clara. Las causas de estos affaires parecen tener similitudes a los de una infidelidad pura y dura. Varios teóricos del tema señalan como gran culpable, la novedad, la insatisfacción e inseguridad con su pareja. En otras ocasiones, el sentimiento de rechazo o ser poco querido/a por su pareja.
La monotonía y proponer un cambio en su vida es un factor a tener en cuenta también en estos casos. El mundo de internet ha multiplicado las oportunidades para poder tener una aventura virtual. No se soporta la soledad y es una alternativa muy tentadora para muchas personas que ven ahí, la solución de sus problemas. La propia naturaleza de la red hace las cosas más fáciles y crea una ilusión de protección sin que nadie sienta que pone demasiada carne en el asador. La carencia e imprecisión de señales y contextos socioculturales conduce a que el participante o usuario los cree y complete en su imaginación. Ni más ni menos.