En 1968 Paco Ibañez Gorostidi llegaba al colegio mayor Chaminade a presentar su primer disco editado cuatro años atrás, dedicado a García Lorca y Góngora. De padre valenciano y madre vasca, exiliado en Francia presentaba lo más revolucionario de la cultura: los poemas de Lorca y Góngora.
El libreto de la presentación decía: «Resulta difícil ser español, y difícil ser poeta español, y todavía más, compositor español con la guitarra como único instrumento. La tierra española es una repulsa constante. Una apasionada repulsa de la vida y de la muerte. De ahí, quizás, el hecho de que amanse las leyendas, y que las leyendas resulten ser falsas. Segrega folclore, también el folclore es falso. Y la guitarra es el instrumento esencial de ese folclore que es un engaño. García Lorca es un poeta-inspiración, porque esta inspiración es rigurosa. Góngora es un poeta-laberinto, pero este laberinto es completamente necesario”.
Se puede cantar al amor en todos los tonos y no ocurrir, sin embargo, nada en absoluto. Lo importante es hacer cantar al amor mismo. Se puede hacer cantar a la muerte y no salir, sin embargo, del silencio. Lo importante es captar la voz exacta de la muerte. Y Lorca cantaba al amor y la muerte. Eran sus pájaros matutinos, familiares, a los que oía cantar todas las mañanas, en su jardín de Granada.
Y también Góngora conocía el tono preciso para cantar a los florecientes féretros y a las novias que se mueren de amor…Era preciso amar al amor para llegar a ensamblar esas brillantes palabras con esas maravillosas notas. El amor, como la muerte, exige una música determinada. Raros son los que llegan a descubrirla, a desemboscarla, a acosarla, y finalmente a domarla. El disco de Paco Ibáñez, su canción en directo con su voz ronca, menos que actualmente, recogía los poemas de Lorca y de Góngora en un ambiente especial. En 1971, el gobierno español incluyó a Paco Ibañez en la lista de censurados. Luego vendrían los poemas de Alberti, Blas de Otero, Miguel Hernández y Quevedo.
Poemas como A galopar se leían como una invitación a avanzar, a luchar, a conseguir nuevas metas de libertad y justicia. La cultura de nuestros poetas en sus mensajes intimistas, pero también la de aquellos que reclamaban mejores ámbitos de libertad y justicia. Una cultura que invita a mejorar, a reflexionar y que es especialmente necesaria en estos tiempos de vuelta a la confusión de ideas reaccionarias desde muchos de nuestros políticos de la derecha múltiple.
Raimon
Raimon es valenciano, nacido en Játiva en 1940 en el carrer Blanc como cuenta en diferentes canciones. Estudió en el Colegio de los Padres Claretianos que estaba cerca de su domicilio. Después cursó el Bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media de la ciudad, estudios que alternaba con su trabajo durante un par de años en la emisora de radio de su pueblo, donde escuchaba cosas tan diversas como Juliette Gréco, The Platters o Juanito Valderrama.
En Valencia estudió historia en la antigua Facultad de Filosofía y Letras y allí comienza a leer a autores como Ausiàs March, Salvador Espriu, Josep Pla y Joan Fuster. En esta época compuso su canción Al vent (Al viento, en castellano), su primera canción, que cuenta que nace de la experiencia de sus viajes en moto de Játiva a Valencia. Un himno que se convierte a la vez en imagen revolucionaria o en canción religiosa traducida e interpretada en las diferentes liturgias. Poetas españoles, discos que recordaban a Victor Jara en excelentes versiones, memorias de tiempos pasados recordadas con la calidad de su voz y sus palabras.
Discos especiales como el dedicado a Ausiàs March con una portada de Tapies. Canciones que presentaba en 1989 en el Palau de la Música acompañado por la orquesta sinfónica de Barcelona. En julio de 2002 el festival de Teatro Clásico de Almagro presentaba en el Corral de Comedias un recital de Raimon que el diario Lanza titulaba: recital entrañable e intimista de un músico revolucionario. Un recital excelente con textos de clásicos valencianos de la literatura catalana de los siglos XV y XVI. “Revivir desde una sensibilidad actual esas emociones… que tan bien supieron expresar aquellos hombres, y subrayar la belleza que alcanzaron, es el objetivo que propongo y me propongo para estos recitales en Almagro” decía Raimon. Porque la cultura cualificada es una excelente revolución en todos los tiempos.
Nacimos para ser libres
El tocadiscos de mi casa tiene la voz cascada de viejo artilugio que, a pesar de haber cambiado la aguja, sigue haciendo ese ruido constante del apoyo sobre el plato. Unos cuantos discos que se repiten una y otra vez. Y uno de ellos es el de Luis Pastor Nacimos para ser libres de 1977 con la portada de José María Retortillo. Luis Pastor, vinculado a sus raíces vallecanas ha reivindicado los valores de sus vecinos, la libertad de una España que salía de la dictadura.
El disco Vallecas reclamaba la lucha de los vecinos contra un planeamiento urbanístico que les llegaba impuesto desde fuera con desconocimiento de la realidad de los vecinos que habían construido el barrio durante décadas. Entonces cantaba aquello de Están cambiando los tiempos. Me temo que debería volver a cantarla con algunos pequeños cambios y adaptaciones. Pero por desgracia los tiempos están cambiando a mal en muchos lugares. Luis había empezado a cantar años atrás con una censura que prohibía diferentes temas de sus discos.
El disco Nacimos para ser libres comienza con un excelente poema de elogio de la vida. Un texto que anima a vivir, escrito por Louis Aragon. El poema “Un hombre pasa bajo mi ventana” es el primer tema de la cara A. Nosotros nacimos para ser libres, nosotros vinimos para gozar, como el cristal para la escarcha y las misas para el Cielo, como el tordo para estar bebido y la primavera para enamorar, nosotros nacimos para ser libres, nosotros vinimos para gozar. Tú que tenías brazos de ilusiones, la sangre rápida y con sol en el lindo mes de las primaveras, donde incluso llorar es maravilloso, susurrabas canciones en el aire, amada del diablo y del buen Dios, tú que tenías brazos de ilusiones, la sangre rápida y con sol…Nacimos para ser libres, nacimos para estar bien, el mundo para vivirlo y lo demás está en chino y yo no lo sé…
Ahora el “three party” como lo llama Luis Pastor prohíbe el concierto de Luis y su hijo, programado en Aravaca. Afortunadamente la cooperativa Roxa Luzemburgo promueve el concierto de Luis y Pedro que podrá celebrarse el 8 de septiembre próximo. Los populares, ciudadanos y voceros están exhibiendo sus peores modos de control de aquellos que no piensan como ellos en los ámbitos autonómicos y municipales donde han llegado al poder conjuntamente. En demasiados lugares ha vuelto la censura, pero sobre todo ha vuelto la ignorancia.