La igualdad real entre hombres y mujeres no se conseguirá solo a través de acuerdos internacionales, leyes o titulares de noticias, es necesaria también la actuación conjunta en el día a día de todas las personas generando un efecto dominó. Aquí la Educación juega un papel fundamental ayudando a construir una sociedad justa, equitativa y solidaria que respete a todas las personas por sus aptitudes y actitudes, y no por su sexo.
Según el estudio Igualdad en cifras presentado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, el 66,5% de todo el profesorado es mujer. Este porcentaje aumenta al 71,9% en las enseñanzas no universitarias y cae hasta el 41,3% en la educación universitaria. Los datos referentes a puestos de dirección en centros escolares, el 65% de los puestos de dirección los ocupan mujeres, 15 puntos porcentuales más que hace 10 años.
Respecto a los resultados académicos de los alumnos, como norma general, las chicas tienen más éxito que los chicos a la hora de superar cursos de secundaria y bachillerato y también módulos de FP, y obtienen también los mayores porcentajes de egresados tanto en estudios de grado como de máster. Asimismo, las tasas de abandono escolar temprano son más bajas entre ellas (14% frente al 21,7% de los chicos en 2018). Esta feminización de los estudios contrasta, sin embargo, con la masculinización del mercado laboral, donde las mujeres tienen peores tasas de empleabilidad en todos los niveles de formación entre los 25 y los 64 años, según datos de 2018. También hay que señalar que solo el 25% de las mujeres eligen carreras STEM según el informe Datos y cifras del Sistema Universitario Español 2018-2019.
Estos datos muestran una realidad discordante entre la formación de las mujeres y el mercado laboral que, como sociedad, tendremos que modificar. Además de analizar por qué una cuarta parte de las universitarias quieren formarse en Ciencia, Tecnología y Matemáticas. Desde ANPE estamos convencidos de que la educación, el conocimiento y la cultura son las claves de los avances en la igualdad efectiva entre hombres y mujeres y pieza clave para extirpar el acoso sexual, la discriminación y la violencia de género. La tarea que llevan a cabo los profesores en el aula es el mayor impulsor de estos aprendizajes.
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para analizar cifras de informes, reflexionar acerca de los avances logrados, reivindicar más cambios y celebrar el coraje y la determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia. Desde ANPE destacamos a las profesionales de la Educación que fueron pioneras en el acceso a los estudios superiores como al mundo laboral aportando visibilidad a la mujer como miembro de pleno derecho de la sociedad. Una profesión imprescindible, con gran relevancia y responsabilidad social.
