Bienvenida Pérez no se lo esperaba, pero el reconocimiento de la Junta de Comunidades en el próximo Día de la Mujer es más que merecido y necesario para una mujer que durante medio siglo ha trabajado incansable para dotar de autonomía y libertad a unas mujeres que entonces se dedicaban exclusivamente a su hogar con una limitada vida social fuera de su casa.
A punto de alcanzar este abril las 93 primaveras, Bienvenida reflexiona sobre lo que ha hecho durante estos años. Considera que ha contribuido de una manera muy eficaz por la igualdad. “Cuando empecé con las mujeres no había absolutamente nada y cuando surgió la oportunidad de crear la Asociación de Amas de Casa de Ciudad Real no lo dudé”. Fue su marido el que le propuso iniciar este proyecto y al que Bienvenida estará eternamente agradecida por haberle facilitado el poder hacer todo lo que ha querido.
Y es que, como afirma, “tengo otra manera de vivir, lo que menos he sido siempre ha sido ama de casa”. Esta forma de ser surge de haber tenido un padre adelantado a su tiempo, “nos enseñó a conducir a mí y a mis hermanas, y le gustaba que hiciéramos cosas distintas a las que todo el mundo”.
Se forjó así un carácter que no se arrugó cuando decidió iniciar la carrera de Perito mercantil. “En la clase sólo éramos dos mujeres”, recuerda Bienvenida, que después comenzó a trabajar en una empresa de un sector muy masculinizado como el de automoción, donde llegó a llevar la gerencia durante años.
Cuando arrancó la Asociación de Amas de Casa, Bienvenida se echó a la carretera y comenzó a fundar delegaciones en los distintos municipios de la provincia. Hasta 81 hay en la actualidad. Con el objetivo bien claro de dotar de más autonomías a las mujeres empezó a desarrollar actividades, como el primer viaje a Valdepeñas. “Empezamos por un sitio que estuviera cerca y recuerdo que muchas mujeres me dijeron que su marido no les dejaba ir”. Costó arrancar, pero poquito a poquito, viaje a viaje, estas mujeres fueron ganando en libertad y en consciencia de que hay mundo más allá de las paredes de su casa. Y casi sin darse cuenta, con el paso de los años, ese primer viaje a Valdepeñas se transformó en viajes por toda Europa, Egipto, Turquía, y hasta Las Vegas. “¿Quién nos iba a decir que podríamos llegar a Las Vegas?”, se pregunta sonriente.
“Estoy convencida de que esta asociación ha cambiado la perspectiva de lo que es la sociedad”, sentencia subrayando que antes la mujer apenas salía de casa y gracias a la asociación han cruzado el charco. “Han podido ver mundo”.
Bienvenida Pérez es pura empatía y vitalidad. Pese a sus 92 años, mantiene sus rutinas desde hace lustros. Se levanta temprano, sobre las ocho, y en la cama hace algunos ejercicios. Después se levanta y se ejercita con pesas ligeras. Desayuna, hace algunas labores del hogar y se dirige, como desde hace medio siglo, a la oficina de la asociación, donde todos los miércoles tienen conferencias. Ya a mediodía en casa hace su comida y por la tarde suele quedar con sus hermanas para tomar un café. “Si no llevara este ritmo, si no trabajara, creo que ya no estaría aquí”, asegura Bienvenida.
La actividad nunca ha podido faltar en su día a día y recuerda que durante 16 años fue concejala del Ayuntamiento de Ciudad Real, donde llegó a ser teniente de alcalde. Entonces compaginaba esta función pública, sin olvidar a su asociación, que en la actualidad cuenta con casi 300 socias.
En este sentido lamenta que el problema que padece la asociación es que entra poca gente joven, con una veintena de años. Hay socias con 30-40 años que asisten a las actividades de gimnasia, pero pocos jóvenes acuden a las conferencias. Este mes, por ejemplo, habrá charlas sobre la mujer trabajadora, contra la violencia de género, sobre alimentación depurativa, entre otros temas.
Quizás un motivo sea la nomenclatura de ‘Ama de casa’ para la asociación. Efectivamente antes todas las mujeres que venían eran mujeres que se dedicaban solo y exclusivamente al hogar. Después esto ha cambiado y ya muchísimas mujeres que están en la asociación trabajan fuera de casa y tienen otra vida distinta. “Por eso mismo este nombre me parece ya muy pasado de moda, hasta ridículo, pero es que es muy difícil cambiarlo, porque es una organización provincial con 81 delegaciones, muchas en pequeños pueblos y allí sí hay muchas amas de casa”. Aunque también le parecería raro cambiar ahora el nombre y, la verdad, “es que el nombre está muy acreditado y tiene mucho reconocimiento”.
Cuando echa la vista atrás, asegura sin dudar que repetiría todas y cada una de las cosas que ha hecho a lo largo de su vida, en la que ha disfrutado mucho y ha abierto la puerta a muchas mujeres a disfrutar de la misma manera.
El reconocimiento este sábado a su persona es una guinda más que merecida a una trayectoria fundamental para hacer posible la igualdad real entre hombres y mujeres.