Un total de 84 organizaciones y colectivos ciudadanos y ecologistas han alertado del «deficiente estado» de los ríos de la cuenca del Tajo y han trasladado su rechazo «a la situación de emergencia ambiental» por la que atraviesan, coincidiendo con la conmemoración del Día del Agua este día 22 de marzo.
En un manifiesto conjunto, estas organizaciones han puesto el foco en la falta de dinámica fluvial, la deficiente calidad de las aguas, las extracciones abusivas, la alteración de cauces y riberas o la proliferación de especies exóticas como los principales problemas que sufren la mayor parte de los ríos de la cuenca.
«A pesar de las obligaciones que imponen las legislaciones europeas, estatales y autonómicas, nuestros ríos agonizan en imágenes impropias de sociedades del siglo XXI: riberas ocupadas y trasformadas, cauces sin continuidad fluvial, aguas colmatadas de residuos, toallitas, espumas o aguas residuales son frecuentes en los cursos madrileños y castellano-manchegos de la demarcación del Tajo», advierten.
En un texto conjunto, estos colectivos vecinales y ecologistas cargan además contra «el mayor trasvase de agua» de España que afecta a la cabecera del Tajo y censuran que el Gobierno central siga «empeñado» en continuar adelante con «una legislación obsoleta para abastecer una agricultura ajena, insostenible, desmesurada, tóxica e insolidaria que ya está causando enormes daños ecológicos, también en las cuencas receptoras, con el colapso ambiental del Mar Menor o el mantenimiento artificial de las Tablas de Daimiel».
«Y ello sin tener en cuenta la reducción de aportaciones naturales por efecto del cambio climático que hacen cada vez más inviable seguir derivando agua a otras cuencas hidrográficas», han añadido.
En este marco, también han puesto el acento en la «ineficiente depuración» de las aguas de las urbes madrileñas, que convierte los cursos bajos de los ríos madrileños y al río Tajo «en cloacas a cielo abierto». «El Gobierno Regional madrileño ignora sistemáticamente su obligación legal de adaptar sus depuradoras al cumplimiento del objetivo del buen estado de las masas de aguas receptoras», denuncian.
Al hilo, han recordado que numerosos ayuntamientos castellano-manchegos carecen de sistemas de depuración o bien estos son también insuficientes y han remarcado que la contaminación difusa de la agricultura es «corresponsable» de las altas concentraciones de nutrientes en muchos los ríos.
«Los ríos de la cuenca del Tajo siguen careciendo de un auténtico régimen de caudales ecológicos que cumpla con su objetivo de garantizar la funcionalidad y estructura de los ecosistemas fluviales. Los caudales ecológicos fijados por ley son insuficientes para reproducir los procesos ecológicos naturales de un río», explican.
Incumplimientos del plan hidrológico
En el texto, remarcan además los incumplimientos legales del Plan Hidrológico «para seguir garantizando agua para el trasvase mientras se le priva al río Tajo» y la «dejación de funciones» de la Confederación Hidrográfica del Tajo respecto a su obligación legal de dar trámite a la eliminación de barreras sin uso que impiden la continuidad fluvial.
Sobre este último punto, ponen como ejemplo que desde 2005 se han retirado en la Comunidad de Madrid solo media docena de barreras (azudes) del más del centenar que existen en los ríos madrileños, la mayoría en estado de abandono.
«Todas estas situaciones son impedimentos para asegurar plenamente el derecho humano al agua a toda la ciudadanía de la cuenca del Tajo. La protección de las aguas superficiales y subterráneas y sus ecosistemas asociados son acciones esenciales para garantizar la disponibilidad de agua en la cantidad y calidad suficientes para las generaciones actuales y futuras, especialmente en escenarios de cambio climático», explican.
En este contexto, estos colectivos han censurado la «inaceptable inhibición de las administraciones que deberían asegurar su conservación», apuntando a la Confederación Hidrográfica del Tajo, responsable de la protección del dominio público hidráulico y de garantizar su buen estado; los gobiernos regionales de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura, responsables de los espacios protegidos y de la política agrícola; el Canal de Isabel II, responsable de la gestión de los principales focos de contaminación del agua de la cuenca; así como el Ministerio para la Transición Ecológica, responsable último de la gestión del Trasvase Tajo-Segura.
«Estas administraciones siguen sin comprender el valor de los ecosistemas fluviales y las oportunidades y beneficios sociales, económicos y recreativos que podrían ofrecer a las localidades ribereñas», han indicado estas asociaciones, que han recalcado que «disfrutar de ríos en buen estado es un derecho ciudadano que exigimos a las administraciones competentes». «Aún estamos a tiempo de conseguir que los ríos de la cuenca del Tajo sean ríos vivos con agua para la vida, recuperando sus funciones ambientales, culturales y sociales», zanjan.