El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este jueves que “hay poco que hacer” con los independentistas porque “se han echado al monte y no se dejan ayudar” y ha añadido que el resto debe intentar que la política española “no se contamine y no pare el crecimiento social y económico porque eso “sería lo peor que podría pasar”.
Así se ha pronunciado García-Page en declaraciones al programa de Antena 3 Espejo Público, recogidas por Europa Press, después de que este miércoles el ministro de Exteriores, Josep Borrell, denunciara que el diputado de ERC Jordi Salvador le escupiera al abandonar el Congreso tras la expulsión del parlamentario Gabriel Rufián.
“El ruido con el independentismo forma casi ya parte del paisaje pero no podemos permitirnos que la sociedad española se resienta. No se resintió con el terrorismo y no lo quiero comparar, y con problemas de todo tipo y no nos podemos resentir con el problema del independentismo catalán que estoy convencido que tiene cura”, ha argumentado.
NO VE NECESARIO QUE SÁNCHEZ DEFIENDA A BORRELL
Preguntado por si debería haber habido más apoyo por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Borrell tras lo sucedido en el Parlamento, García-Page ha indicado que no ve necesario que un presidente tenga que defender a un ministro que es de su máxima confianza. “No veo intentar estirar ese chicle”.
A ello ha añadido que le parece “un poco triste” que partidos que condenan “cualquier algarada de más” en Cataluña no sean capaces de defender a un militante y a un ministro socialista frente al independentismo, “cuando lo realmente lo que hacen es llamarle fascista y escupirle”.
“Estas cosas tienen una lectura muy negativa sobre la política en general, particularmente sobre aquellos que introducen el populismo estético en la política tradicional”, ha señalado, para agregar que cuando en democracia se acude “al insulto, la violencia y el escupitajo” es que no se tiene “el más mínimo fondo argumental ni razón”.
HAY “UN POCO DE FIEBRE EN LA ECONOMÍA”
Sobre la ralentización de la economía, el presidente castellano-manchego no discute que haya “un poco de fiebre en la economía” y ha añadido que ya cuando el presidente del Gobierno era Mariano Rajoy “todos los pronósticos aventuraban una relativa ralentización”
“Todo ello sin discutir que España seguirá a la cabeza del crecimiento económico en la OCDE y en Europa a un poquito de menos ritmo. Pero no es cuestión de cambio de gobierno ni nada, le hubiera pasado a Rajoy”, ha indicado, para señalar que los movimientos económicos “no dependen solo de un gobierno”.
