Letras fantásticas y muy orgánicas, basadas en elementos vegetales y estructuras del panel central del icónico tríptico de El Bosco, han diseñado y creado a través de impresión 3D para la ilustración tipográfica del título de esta obra, en el marco del proyecto ‘El Prado en Vol’, destinado a la innovación y diseño del futuro y que planteó el reto de elaborar un diseño en 3D a partir de una obra artística del Museo Nacional del Prado.
Elena Poblete, profesora de Tipografía Creativa, se trasladará al Prado para describir, junto a los ocho alumnos ciudarrealeños participantes por vídeoconferencia, cómo han realizado este trabajo de reinterpretación de la emblemática obra de El Bosco.
En el auditorio de la pinacoteca madrileña, se proyectarán los vídeos resumen de los veinticinco trabajos que han participado a nivel nacional en ‘El Prado en Vol’, de los que se han elegido cinco, uno de ellos el lettering de la ciudarrealeña Escuela de Arte, para que sus responsables describan la producción creativa llevada a cabo.
El equipo ciudarrealeño está formado por ocho alumnos de 4º curso de Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño Gráfico: Rubén Catalá Salmerón, Camila Nicole Cacuango Chicaiza, Natalia Damaris Vucescu, María Huerta Santos, Andrea Labrador Muñoz, María Moreno Correas, María del Pilar Moya Olmo y María Ruiz Cruz. Los profesores al frente de este proyecto son Elena Poblete Muro desde la asignatura de Tipografía Creativa y Pedro Lozano Crespo desde el Taller de Biónica.
La propuesta de ‘El Prado en Vol’ consistía en trabajar en modelado digital y recreación del objeto con realidad virtual, realidad aumentada o su impresión 3D mediante impresora, optando la ciudarrealeña Escuela de Arte por la propuesta física de la representación tipográfica en volumen del título de la obra de El Bosco.
Tras realizar bocetos a mano y digitales, procedieron al modelado con 3D Max, empleando una impresora de resina, en este caso roja, obteniendo las distintas letras que, a modo de esculturas combinables y como frutos del propio jardín de las delicias, conforman el nombre del tríptico.
En función de su composición y estructura, si están huecas o macizas, distintas tonalidades de rojo tienen las resultantes letras translúcidas dispuestas en la presentación material del proyecto en una pequeña instalación dentro de una caja, en la que las letras que componen el lettering flotan dentro de ella entrelazadas por una suerte de maraña que interactúa a la vez que sostiene las piezas. “Para priorizar la sensación tridimensional de los elementos se ha buscado que el contenedor no actúe como soporte sino como escenario. En el cuadro de El Bosco, existe una vida intensa y cargada de interacciones entre personajes, animales y seres fantásticos que se ha representado de una forma metafórica con este recurso de líneas sinuosas y entrecruzadas”.