La retrospectiva histórica sobre la regulación jurídica de la mujer evidencia “una discriminación” mantenida en el tiempo en las esferas más importantes, como los aparatos de poder -ejecutivo, jurídico, legislativo- y en otros ámbitos de tipo social como las asociaciones, sindicatos, ONGs o asambleas.
Así lo ha dicho esta tarde Soledad Campos, profesora de Historia del Derecho y de las Instituciones en la UCLM, en la charla ‘La participación de la mujer en la vida pública: una visión histórica’, dentro del V Ciclo de Conferencias Antropológicas de la Asociación Castellano Manchega de Antropología.
Campos ha rebatido el carácter abiertamente patrimonial de la Justicia como concepto político, por el que comparado con las personas se otorga “una mayor protección al patrimonio”, a la vez que ha abogado por el desarrollo del tercer principio de la Revolución Francesa, la fraternidad.
Como historiadora del Derecho, ha reflexionado sobre la distorsión entre la teoría de los textos jurídicos que consagran la igualdad equitativa para todos ante la ley, y la realidad, que “no se ajusta a ese principio”.
La también especialista en Derecho Sanitario y Europeo ha sostenido en us conferencia en la Bibliteca Pública del Estado que el conocimiento de la historia posibilita un certero análisis e interpretación del presente, para vislumbrar el futuro, y así poder hacer propuestas de cambio.
Precisamente, una de las líneas que ha expuesto la profesora es la necesidad de modificar el artículo 57 de la Constitución sobre la sucesión a la Corona, una cuestión “intolerable” que contradice los principios del artículo 14 sobre que “todos somos iguales ante la ley”.
“Es un anacronismo, ha defendido Campos, en una Constitución del siglo XXI”, a pesar de que el debate social esté más centrado en el referéndum sobre el futuro de la propia monarquía
En otro apartado de su intervención, ha recordado la memoria de mujeres destacadas de la historia, como Urraca I de León, con una trayectoria vital “apasionante”, Blanca de Borbón, asesinada por su marido, Pedro I, además de las mujeres que participaron en la conquista de América como almirantes, soldados o gobernadoras, o las componentes de la Junta de Damas de Honor y Mérito.
Otra de las manifestaciones que ha vertido Campos y que ha invitado al debate es sobre el papel de la mujer en el derecho y los derechos de la mujer, la primera como ciudadana secundaria objeto de tutela, y los segundos no reivindicados hasta el siglo XX.