Con un patio de butacas prácticamente abarrotado de público, y algunas personas en el anfiteatro, comenzó el evento con un capítulo dedicado a la oratoria, aunque muy breve, en el que por este orden tomaron la palabra dos voluntarias de Manos Unidas de la vecina población carrionera que dieron paso al presidente de la Asociación “Calatrava La Vieja”, Luis Rodríguez, quien aparte de manifestar su satisfacción por colaborar con esta ONGD, y con las personas que se beneficiarán del resultado económico obtenido, tuvo palabras de agradecimiento y reconocimiento para con los componentes de tan consagrada agrupación musical.
“La palabra clave esta noche, decía Rodríguez, es el amor. El amor que nosotros estamos dispuestos a poner con nuestro trabajo, y el amor con que trabaja Manos Unidas”.
A continuación intervino el presidente diocesano de Manos Unidas, Pelayo Dorado, que tuvo palabras de felicitación a la asociación cultural y agrupación musical; de agradecimiento a ellos y a todo Carrión de Calatrava, así como a todos los presentes. “Todos, dijo Dorado, con buena voluntad podemos hacer algo contra el Hambre”.
Aprovechó Pelayo igualmente la ocasión para recordar el proyecto que acometió en su momento el arciprestazgo de Ciudad Real, y que no es otro que la “formación y puesta en marcha de una explotación agrícola en Burkina Faso”.
Haciendo una breve síntesis, podemos decir que el objetivo de este proyecto es la mejora de las condiciones de vida de las mujeres de Sakaby, en el oeste de África, contribuyendo a que adquieran una buena formación agrícola y ganadera que es una fuente de ingresos para ellas y sus familias.
La situación geográfica el país, se explica en el boletín-programa, enclavado en el Sahel, hace que las tierras estén sometidas a un creciente proceso de desertificación.
Por otro lado, la falta de equipamiento necesario, de semillas y abonos adecuados, así como la escasez de las lluvias y la erosión creciente que sufre el terreno, hace que los rendimientos de las cosechas sean muy limitados para la subsistencia de la unidad familiar.
La congregación de las Hijas del Corazón de María fundó un centro de formación femenina en 1966. La congregación ha comprado un terreno de diez hectáreas a unos kilómetros del citado centro para realizar la formación práctica en agricultura, a la vez que explotar los campos y obtener rendimientos económicos con los que podrán ayudar a las jóvenes a instalar sus propios pequeños negocios una vez terminada la formación.
Concierto
Tras esta primera parte, comenzó el concierto propiamente dicho, en el que la banda sinfónica de la Agrupación Musical “Calatrava La Vieja” interpretó con indiscutible maestría las siguientes piezas de su escogido repertorio: “Agüero”, de José Franco; la obertura de “El Tambor de Granaderos”, de Ruperto Chapí; el intermedio de “La Leyenda del beso”, de Severiano Soutillo y Juan Vert; “Overture to a New Age”, de Jan de Haan; “The Legend of Maracaibo”, de José Alberto Pina; “Ross Roy”, de Jacob de Haan, y el pasodoble “El Contrabandista”, de regalo, de Oscar Navarro. Todo ello bajo la acertada dirección de Carmelo Donoso Contreras, supuso el deleite de los concurentes.
A modo de escueta reseña sobre la Agrupación Musical “Calatrava La Vieja”, cabe decir que se funda en 1983, cumple ahora su treinta y cinco aniversario, y lo hace, entre otros actos, con este concierto solidario bajo el lema “Corcheas por espigas”.
Debutó, por primera vez en la calle, el 22 de noviembre de 1984, con motivo de la festividad de Santa Cecilia. Actualmente cuenta con una banda sinfónica de aproximadamente setenta componentes -de todas las edades- que se nutre fundamentalmente de la Escuela Municipal de Música “Santa Cecilia”, poseyendo además una banda sinfónica juvenil con aproximadamente cuarenta y cinco componentes.
Hablando de solidaridad, y según nos decía el presidente diocesano de Manos Unidas -que el próximo 2019 cumplirá sesenta años de vida- los beneficios obtenidos con este concierto ascienden, aproximadamente, a unos tres mil euros.