La revista de literatura infantil y juvenil ‘Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil -CLIJ-’, dedica un reportaje a la figura de la poetisa almagreña Manolita Espinosa (1935) en su número de enero y febrero.
A lo largo de 10 páginas, Gabriel Abril, autor del artículo, repasa las claves literarias de la escritora, con un texto estructurado en tres escenas -a modo de libreto de teatro-, que abre con la foto a dos páginas en blanco y negro de una jovencísima Espinosa al lado de las vías del tren.
El reportaje analiza el universo conceptual de la antigua bibliotecaria almagreña, a través de una visita a la localidad encajera de tres días. En este recorrido, el equipo periodístico, llegado desde Mataró (Barcelona), va desgranando las inspiraciones creativas de Manolita, vinculadas a los principales monumentos del bello e histórico municipio.
El arte y la belleza son algunos de los principales fundamentos literarios que, según quien escribe el reportaje, ayudan a la también escritora de textos infantiles a conectar imaginación y realidad desde la mesa de trabajo de su domicilio, ubicado en pleno corazón de la ciudad del teatro, donde la literata nació hace casi 88 años. En palabras de Abril, observa “la belleza que se encuentra en las cosas más pequeñas, y les presta atención con asombro”, para “descubrir la vida, ni más ni menos”.
Precisamente, las “cosas insignificantes” son las que han hecho grande a la autora de ‘La voz del país amado’ o ‘Poemas en la luz de amor’. Precisamente, el amor, escribe el periodista, es otro de los acicates que estimula la palabra escrita de Manolita, una vez ha pasado por su maquinaria de ingenio mental.
No en vano, el artículo se titula ‘El amor y la belleza. Un recorrido por el Almagro de Manolita Espinosa’, al ser palabras reiteradas negro sobre blanco en sus composiciones, y también por ser trasladadas in voce a los miembros de ‘CLIJ’ en el contacto en el rellano de su escalera que tuvieron, por motivos de salud, donde se lamentó “de cómo está el mundo y la importancia del amor y la belleza”. Son “elementos imprescindibles en su obra”, según el periodista.
Acto I
En la primera parte del reportaje, Gabriel Abril recoge su viaje de siete horas desde Mataró a Almagro y su llegada a la Posada de los Caballeros, donde se alojó. En esta primera jornada, coincidiendo con las vísperas de Navidad, también probó, tal y como relata, platos típicos de la zona, como el asadillo o el pisto, y se empapó del ambiente histórico que envuelve a la ciudad histórica, donde le llamaron la atención algunos de sus palacetes convertidos en hospederías u hoteles.
La jornada terminó, escribe, con el “emocionante” encuentro con Manolita en su portal, donde comentaron algunas de las respuestas a una entrevista previa, siempre en positivo y con la noticia de la preparación de la antología de toda su obra como protagonista.
Acto II
La segunda jornada comenzó con la visita a la biblioteca pública ‘Manolita Espinosa’, en el número 11 de la calle Mayor de Carnicerías, donde el periodista, tal y como plasma, conoció más datos de la biografía de la veterana autora, como los estudios que cursó de Biblioteconomía y Archivística, y también de literatura infantil y Psicología.
Allí fue donde Manolita “con meticulosa paciencia, organizó, clasificó y puso en orden el catálogo” de la entidad. Y allí hablaron con Teresa, la actual bibliotecaria, que ha impulsado la digitalización de los fondos.
“Salimos de la biblioteca con una extraña sensación de bienestar”, comenta Abril en su artículo, que posteriormente recoge su visita, entre bancos de lluvia, a la librería ‘Macondo’, regentada por Álvaro Briñas y Jaime García, y al Museo del Encaje, del que también escribió la autora almagreña.
A renglón seguido, relata su paso por el Corral de Comedias, “uno de los grandes atractivos de la ciudad y uno de esos lugares históricos que es imprescindible visitar a cualquier amante de la literatura y teatro clásicos”, donde Manolita está presente con un libro dedicado a este monumento. Allí, según narra, disfrutó con una representación y habló con sus protagonistas, Javier y Beatriz, así como terminó el día en una tienda de productos típicos.
Todas las personas de estos lugares conocen a Manolita, tal y como refleja el artículo, no sólo como vecina sino como su bibliotecaria, a la que recuerdan compartiendo actividades.
Acto III
En la tercera jornada, la de vuelta, el periodista se acercó a otros sitios emblemáticos como el Palacio de Fúcares, antigua casa de los banqueros y prestamistas alemanes de la familia de Juan Jédler, no sin después de despedirse de Manolita.
En esta ocasión hablaron al estilo de Romeo y Julieta, la escritora desde su balcón deseándole buen viaje a Abril, y éste recibiendo desde abajo algunos regalos literarios.
El autor del reportaje finaliza su entrega haciendo una reflexión similar a la de la entrada, centrada en la obra de Manolita y en su compromiso con el lector de cualquier edad, consciente de que el arte “enamora o deja indiferente”.
Comenta los 38 libros que ha escrito la escritora, algunos dedicados a su querido Almagro, y con piezas literarias como la letra del Himno de Almagro, también reproducido en piedra en el Ayuntamiento.
La publicación termina con la reproducción de un breve texto autobiográfico de la propia Manolita con un marcado acento poético, en el que destaca el papel de la literatura y la poesía en su desarrollo vital: “Me hacían fuerte”.