La compañía mexicana La Rendija representará el sábado 13 de julio, a las 20 horas, en el Teatro Municipal de Almagro ‘Amor es más laberinto’, de Sor Juana Inés de la Cruz, una comedia mitológica en la que se reflexiona sobre quién debe y puede ejercer el poder y cómo sus actuaciones influyen en la vida de los demás.
Raquel Araujo, responsable también de la versión junto a la anterior directora del Festival de Almagro, Natalia Menéndez, dirige este montaje llegado del estado de Yucatán, en el sureste mexicano, y que se estrena en España tras un proceso de construcción que fue como un “laberinto”, enriqueciéndose la propuesta con la participación de la Compañía Nacional de México y de actores de diversos estados mexicanos, comentó la actriz Nara Pech, encargada de dar vida a los cómicos Atún y Racimo.
Para la puesta en escena en el Festival de Almagro, La Rendija ha ideado una propuesta escenográfica más liviana y esa “ligereza ha atravesado todo el montaje” de una obra con la dinamicidad de la comedia en la que, así mismo, se tratan temas profundos y densos.
Son numerosos los puntos en común con la actualidad de esta obra en la que se habla del amor y el poder, agregó Katenka Angélica, quien interpreta al personaje masculino de Minos, el cual representa la maquinaria del poder. En el montaje, en el que se juega con lo oculto, las transparencias y el encuentro con la luz, se busca mostrar que todos los personajes tienen una parte oscura y otra luminosa, y se plantea cómo se puede justificar la venganza, así como el valor que tiene la vida de una persona y cómo una situada en lo más alto puede terminar con la de muchas otras personas.
La Rendija, de una ciudad como la Mérida mexicana que es “polo de espacios alternativos”, regresa al Festival de Almagro tras ‘El divino Narciso’, primer montaje de Sor Juana Inés que realizó la compañía, con el que quedaron enamorados de la obra de esta dramaturga y que les dejó ganas de seguir siendo vehículo para que Sor Juana “hable de nuevo”.
En ‘Amor es más laberinto’, Minos, rey de Creta que perdió a su hijo Androgeo, heredero al trono, por manos atenienses, celebra la venganza contra Atenas, cobrando el tributo de siete hombres y siete mujeres. 14 jóvenes encontrarán la muerte en el Laberinto, construcción que colinda con el palacio, y lugar en el que mora el Minotauro, criatura mitad hombre y mitad toro, producto de los amores de Pasifae con el toro blanco que los dioses hicieron emerger del mar como señal del derecho de Minos al trono de Creta. Minos ha convocado a palacio a Lidoro, príncipe de Epiro y a Baco, príncipe de Tebas, para exhibir la conquista de tener este año al gran héroe Teseo como prisionero. Pero la rebeldía de su hija Ariadna, quien secretamente ayuda la liberación de Atenas, hará que ayude a Teseo, de quien se ha enamorado. La hermana menor, Fedra, caprichosa y consentida, desea siempre lo que su hermana ama. Así se enredarán los caminos y la fortuna tomará sus apuestas.
En esta obra, escrita para el cumpleaños del Conde de Galve, recién nombrado virrey, Sor Juana cuestiona quién debe, y puede, ejercer el poder. En voz de Teseo, parece aleccionar al Rey, sobre el honor y el heroísmo del guerrero. Pero Teseo no es impecable, porque es un hombre que avasalla, seduce y miente, comenta la compañía, que indica que en la figura de Minos, nos preguntamos si el dolor por la pérdida de un hijo justifica la violencia y la venganza. La compañía mira “el texto desde el México de hoy, revisando algunos bordes de género y opacidad de la verdad. La apariencia vs. la búsqueda del amor en un mundo de solitarios”.