Susanita es la mayor de ‘Los Tres Cerditos’ y, aunque su hermano Bartolo -el mediano- le dice que una chica no puede trabajar con ladrillos y que fracasará haciendo una casa con estos materiales, resulta que es la mejor arquitecta y la más lista, además de la más valiente.
La compañía Marimba Marionetas presentó este viernes en el antiguo Casino su versión adaptada al tema de la igualdad del cuento clásico y logró que los chavales se lo pasaran en grande con una propuesta muy divertida, con sorpresas y porrazos, mediante el uso de marionetas muppets –tipo Epi y Blas- con movimiento de boca y de manos con varillas.
Un plátano y un pimiento fueron los encargados de presentar, en las funciones a las 10 y 12 horas, una obra en la que el más pequeño de los cerditos, Benjamín, se construye una choza de paja que con sólo un gran soplido derriba el lobo feroz, mientras que necesitará de tres para derribar la de madera que alza Bartolo. Los tres terminarán resguardándose en la casa de ladrillo de Susanita, que también da muestras de su ingenio y valentía al dar un buen escarmiento al temido lobo.
Con una amplia trayectoria de 35 años que comenzó en Canarias para luego radicarse en la Península, Marimba Marionetas centra sus espectáculos en el público infantil, a los que gusta divertir con un mensaje claro y sencillo que les pueda servir a través del juego y el entretenimiento.
Su trabajo se basa en las marionetas que, para Isabel Tapiador, responsable de la compañía, tienen “una magia especial porque tienen vida propia, por eso atrapan tanto a los niños. Incluso construyéndola o cuando a empiezas a manipular una que acabas de hacer, ya la propia marioneta te da su tipo de movimiento y la voz que tendrá enseguida te sale. Parece que te va guiando, es un objeto pero tiene vidilla interna, una magia que no se la quita nadie. Es de las llaves maestras hacia la fantasía”.
Las concejales de Igualdad, Ana Belén Chacón, y Acción Social, Matilde Hinojosa, asistieron a la representación de las doce, a la que acudieron 48 alumnos de cuatro y cinco años del colegio Pérez Molina, seis de tres, cuatro y cinco años del de Pío XII, siete niños de dos años y medio a cuatro años de la Asociación Caracolín, y 22 de seis años del Carlos Eraña.