Desde la pretemporada Juana Molina (Manzanares, 1991) venía sintiendo que algo no iba bien en su rodilla derecha. No obstante, comenzó a entrenar y a trabajar duro para muscular bien esta rodilla para protegerla de cara a la exigente competición que venía por delante: “Es un poco rara esta lesión, pero se ve que no ha aguantado tanto la rodilla”, lamenta Juana. Porque el peor presagio se cumplió. La jugadora de baloncesto del Lointek Bizcaia Gernika se lesionó el pasado mes de diciembre en el partido de EuroCup ante el Spar Uni Girona, cuando transcurría el segundo cuarto. La deportista sufrió la famosa y temida triada, una de las peores lesiones para un deportista. El diagnóstico fue una rotura de la plastia del cruzado anterior y del menisco interno y un esguince colateral interno.
“Arrastraba un poco de molestias. No terminaba de estar bien con la rodilla. De hecho, en las imágenes del partido en el que me lesiono, no se ve nada porque normalmente se gira la rodilla para que se rompa el ligamento, pero en este caso simplemente fue un apoyo en el que te dan un pase”, recuerda la escolta sobre ese momento en que sufrió el problema.
No obstante, Juana Molina ya sabe lo que es esto y permanecer fuera de la cancha durante mucho tiempo. La jugadora ha tenido la misma lesión de rodilla que le mantuvo alejada de la competición durante ocho meses en la temporada 2015/2016, cuando vestía por entonces la camiseta del CD Promete (Logroño). Y ahora le ha vuelto a suceder, “quizá esto me haga aprender y madurar todavía aún más”, dice con optimismo.
Una operación de tres horas y media
La jugadora de Manzanares fue operada el pasado 18 de diciembre en la clínica Ercilla de Mutualia. La intervención tuvo una duración de tres horas y media. “Todo fue bien. El traumatólogo salió muy contento de la operación. Me pusieron un ligamento de un banco de tejidos, porque esta operación consiste en que te quitan tu propio tejido isquiotibial, pero al haberme hecho eso la vez anterior, no pueden volver a quitarme. Me han hecho un trasplante de tejido”, explica Juana Molina.
Ha sido una lesión bastante grave. Y esto hace que la escolta se pierda toda la temporada con el combinado vasco, ya que volverá a estar de baja y alejada de las pistas entre 6 y 8 meses. “Ahora me encuentro bien, es verdad que la primera semana cuando supe el alcance real de la lesión, lo pasé peor mental que físicamente. Nunca viene bien ninguna lesión al deportista, pero este año menos si cabe porque estaba siendo para mí muy bonito. A veces el deporte te pone a prueba y creo que empieza mi peculiar cuenta atrás”, comenta.
Rehabilitación y recuperación
A pesar de volver a vivir esta complicada situación de nuevo, Juana Molina se muestra optimista. Ya sabe lo que es la rehabilitación de esta lesión y lo que debe de hacer para estar lista cuanto antes para volver a jugar. “No hay ningún problema después de la operación. De hecho, ya lo viví, estuve seis meses de baja y no pasó nada. A los sies meses y medio comencé a jugar. No tuve ningún tipo de problema ni de dolor”, asegura la joven base natural de Manzanares.
Paciencia que es el arte de la ciencia. Es lo que la jugadora se repite como un mantra. “He hecho algunos ejercicios de rehabilitación, pero por mi cuenta, porque hay que ser cautos con ella. Esto consiste en que tengo que ir cogiendo flexibilidad, forzar y forzar bien la rodilla para flexibilizar el ligamento. Pero como no es mío el ligamento, tenemos que tener bastante cuidado. Hago una serie de ejercicios para doblar un poquito y para no perder masa muscular”, afirma la deportista.
Tras pasar por quirófano, Juana ya tiene en mente su recuperación para regresar lo antes posible. “No es lo mismo mi rodilla que la rodilla de un trabajador. Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo, por lo tanto, trabajo para intentar adelantar. De hecho, al romperse el menisco se me quedó encajado y no podía estirar la rodilla. Y eso resta a la hora de operar”, cuenta.
La escolta tiene por delante una larga recuperación que consistirá en doblar la rodilla y estirar, ganar la flexibilidad y la extensión que no tiene el ligamento que le han puesto en la operación. “Es doloroso, porque al final no tengo esa flexión”, indica. Por otro lado, también tiene que muscular mucho, porque ha perdido 5 centímetros de masa muscular ya que ha estado dos meses prácticamente sin apoyar la rodilla derecha. Y esto lo hace a través de electro estimulación.
Un dulce momento
Juana Molina-Prados estaba en un dulce momento con el Lointek Bizkaia Gernika, combinado vasco que se encuentra en tercera oposición en la Liga Femenina 1 de Baloncesto. Antes de la lesión, la joven promediaba en siete jornadas 3,3 puntos por partidos con un 45% en triples y con 2,1 rebotes. “Está siendo una temporada increíble, hemos perdido tres partidos contra los grandes. Son equipos hechos para ganar. Tienen jugadoras muy buenas”, asegura la jugadora.
Por otro lado, su equipo ha logrado, por segundo año, estar en el EuroCup, en la que ha conseguido pasar tanto la fase previa como la de grupos. Aunque cayeron derrotadas por el actual campeón de la competición europea, el Galatasaray, por 76-58. “También nos hemos clasificado para jugar la Copa de la Reina, en febrero o marzo. Hay que trabajar y hacer redondo el partido. Y seguramente puede haber opciones para ganar la liga. Es difícil, pero no queremos ponernos techos y si podemos dar una sorpresa, será genial”, afirma Juana.
La de Manzanares ya ha comenzado su dolorosa y dura cuenta atrás para volver a la cancha y trabajar junto a sus compañeras. Solamente le podemos desear un pronto regreso y mucha paciencia. ¡Ánimo Juana!
LA TRAYECTORIA DE JUANA MOLINA |
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Juana Molina Prado es una jugadora de baloncesto que nació en 1991 en Manzanares. También es trabajadora social. “Mi llegada a este deporte fue de casualidad, en mi colegio solamente nos dejaban jugar al baloncesto a las chicas”, afirma. Actualmente es una deportista profesional en la Liga Femenina 1 de Baloncesto en el Lointek Bizkaia Gernika. Con solo 15 años se fue de Castilla-La Mancha para dedicarse al baloncesto. “Yo estaba en un equipo nacional en Albacete, en Tercera División. Jugué cuatro años en la región, dos en Albacete y otros dos en Guadalajara”. Después el baloncesto le llevaría a Ibiza donde jugó dos temporadas en Liga Femenina 2. “Y después di el salto a la máxima categoría femenina en Zamora. Conseguimos por primera vez jugar en la historia del club la Copa de la Reina”. Después pasó por el Basket Ibaizabal hasta llegar al Club Deportivo Promete, en Logroño, donde sufrió su primera lesión. Hasta que el deporte le llevó al Lointek Bizkaia Gernika, su actual casa. |