Con la voz aún tomada, sin duda como consecuencia de los efluvios de la hazaña, el técnico del FF La Solana David Peinado hablaba claro el domingo por la tarde, apenas veinticuatro horas después de que su equipo certificara la permanencia en Liga Reto Iberdrola. “Hemos competido con grandes trasatlánticos y haberles superado magnifica el éxito”, declaraba a Radio Horizonte.
El director de orquesta del Quesos La Casota-FF La Solana regresaba a esas horas de Arguineguín (Gran Canaria), donde su equipo se había graduado definitivamente. El 1-2 final, con exhibición en la primera parte y sufrimiento en la segunda, daba el billete directo a la salvación matemática, que apenas dos meses atrás parecía una quimera.
Es fácil entender la explosión de júbilo de la expedición amarilla tras derrotar al Femarguín SPAR, con dos golazos de Paula e Irina. Para el FF La Solana, seguir en Reto es como ganar la Champions, y más tras una temporada llena de obstáculos, deportivos y extradeportivos. “Dice mucho de lo que se ha trabajado y de lo que el equipo ha hecho en esta segunda fase”, insistía.
Y es que la primera fase fue durísima. Había que adaptarse a una exigencia desconocida y con unos mimbres limitados. El equipo finalizó último, con solo 13 puntos en catorce partidos. Tocaba remontada, y también renovación. Los refuerzos de invierno dieron en la diana. Jugadoras como Shelby, Sofía o Peque rearmaron el equipo. Con ellas creció el resto. El míster ya se mostraba optimista en enero y el tiempo le ha dado la razón. “Sabíamos que íbamos a ir de manos a más y lo hemos demostrado”.
La realidad es que el FF La Solana solo ha necesitado ocho partidos para certificar la permanencia en una segunda fase de ensueño, con 15 puntos (4 victorias, 3 empates y una derrota). Solo el CD Juan Grande tiene mejores números, y eso es mucho decir cuando enfrente hay rivales como el Córdoba, el Málaga o el Levante, por citar algunos.
A la espera del desenlace en la Liga Regional, donde el filial puede repetir la proeza del año pasado -como mínimo-, el primer equipo ya respira tranquilo. Don Quijote ha vuelto a derribar a los gigantes y ni siquiera ha necesitado apurar sus últimas bazas. “Ahora se trata de disfrutar y poner esa guinda al pastel sacando los seis puntos que nos quedan”. Y sin perder de vista la responsabilidad moral que suponen ambos duelos, ante Valencia B en La Moheda y Joventud Almassora a domicilio. “Podemos ser jueces del descenso y debemos estar a la altura, pero es bonito llegar con los deberes hechos”.