El almagreño Iván Muñoz de Toro (25-9-2000) lo tiene claro: “Yo por el equipo de mi pueblo hago lo que sea”. Es ese sentimiento hacia el Almagro el que le llevó el pasado domingo a ponerse de portero para defender a la escuadra encajera, cuando nunca antes se había colocado bajo los palos. La necesidad del cuadro encajero, con sus dos metas sancionados para el duelo de La Solana, llevó al lateral izquierdo a vestirse los guantes “y defender los colores de mi equipo de esta manera, para mí era casi una obligación”, sentencia.
Ante las sanciones de Patryk y de Rafa Hidalgo, el Almagro llegaba sin guardameta a La Moheda. “A principio de la semana se habló de quién se iba a poner. Había tres opciones y yo me veía con confianza”, cuenta Iván, que el miércoles, cuando se decidió que iba a ser él, comenzó a entrenar con los porteros”. “Durante los entrenamientos estaba algo nervioso, pero tenía confianza y también la del técnico y la plantilla, luego estaba más seguro”, dice, aunque confiesa que “ya cuando llegó el sábado tenía ese típico cosquilleo de los partidos, pero mucho más fuerte. Fue una noche mala”.
En el vestuario de La Moheda ya se comenzó a notar raro vistiéndose la indumentaria de portero, sensación que aumentó al saltar al césped a calentar. “Fue una situación díficil, ya no había vuelta atrás”, explica con cierto tono de broma, apuntando que luego “lo hice como se pudo, más no pude hacer”.
El resultado fue de un 2-0 para La Solana, una derrota más para un Almagro que aguantó hasta el minuto 66 y encajó ya el segundo gol en el 89, con tres futbolistas menos por expulsiones. Al final del partido, las imágenes pudieron mostrar a un Iván Muñoz marchándose del campo con lágrimas. “Fue por la impotencia, ves como van pasando las semanas y sigues abajo. Entrenamos bien, hay buenas sensaciones, pero llega el domingo y no salen las cosas como las entrenas. Creo que no merecemos este castigo y de ahí la impotencia, porque hay que reconocer que la salvación está cada vez más difícil”, señala.
No en vano, el Almagro CF es colista del Grupo 18A de Tercera División, con solo 11 puntos en 17 partidos y con una racha muy negativa de un punto logrado en los últimos diez encuentros, ya que no gana desde el 6 de diciembre, precisamente en su campo ante La Solana (2-1). A ello se unen las numerosas expulsiones que está sufriendo, hasta diez en los últimos nueve choques ligueros (solo uno de ellos acabó con once jugadores). “Algunas son merecidas y otras no. Pero también vienen de la psicología, en la situación en la que nos encontramos se está a muchas revoluciones en el campo y se pueden hacer cosas sin pensar. Hay que aprender de los errores y seguir remando hasta el final”, sentencia, apelando a un espíritu del Almagro de nunca rendirse.
Este sábado el cuadro encajero recibirá al Manchego, en un partido en el que al menos recuperará al portero Rafa. Iván Muñoz espera que no vuelva a producirse una expulsión o lesión y el equipo se quede de nuevo sin guardameta, aunque reitera que “si surge la ocasión, jugaría donde haga falta”. Lo que sí espera es que el Almagro pueda volver a celebrar un triunfo, “para dar una alegría a la afición, que se la merece, al igual que nosotros”, concluye un jugador que ha demostrado que por los colores almagreños hace lo que sea. Incluso ponerse de portero sin haberlo hecho nunca antes.