Los jugadores del Almagro posaron antes del encuentro frente al Albacete B, en el que el cuadro calatravo empató a cero, con una camiseta en la que podía leerse: “¡Ánimo! Carlos Ramos y Cañi”. El jugador afronta serios problemas de salud en su familia y el secretario llegó tarde en el fichaje de Adri, que no pudo formalizarse. A la leyenda de la camiseta le faltaba el nombre de Rivero. El centrocampista encaraba el último tramo de la recuperación de un esguince de rodilla. Estuvo ejercitándose antes del encuentro con tan mala fortuna que se lesionó. Lo peor es que se trata nada más y nada menos que una rotura del tendón de Aquiles, una lesión grave que lo va a tener apartado de los terrenos de juego una larga temporada.
La única buena noticia es que la lesión de Rivero, que tiene que ser certificada médicamente, permitirá al club incorporar a Adri, el principal perjudicado del error administrativo del club. “Si se confirma, esperemos que Adri esté dispuesto a venir para que podamos, de alguna manera, resarcirle del problema que le hemos generado”, comentaba tras el encuentro el entrenador almagreño, Kiko Vilches, que cree que su incorporación puede ser muy positiva para un equipo que tiene muy pocos recursos por la banda izquierda.