Coincidiendo con la brotación de los leñosos, la estación regional de avisos agrícolas recoge las recomendaciones para tratar los efectos de la avispilla del almendro (Eurytoma amygdali Enderlein), un insecto que puede lastrar tanto al árbol como al fruto en su crecimiento vegetativo.
Las dos últimas hojas informativas de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha han recogido presencia de adultos en puntos de control de Albacete (Munera, Villamalea, Fuentealbilla, La Roda, Fuensanta, Casa Ibáñez y Madrigueras) y Cuenca (Casas de Fernando Alonso, Villarta y Ledaña). “La emergencia de los adultos está siendo escalonada por las condiciones meteorológicas de la campaña, siendo diferente dentro de un mismo municipio”, señala el boletín.
Adrián Ramiro Mansilla, ingeniero agrónomo ciudarrealeño recuerda que es un insecto invasor proveniente de Asia, detectado en España por primera vez en 2010 y que “se ha ido extendiendo cada vez más”.
“Es difícil de controlar” porque “no tiene depredadores” al no ser endémico y porque desarrolla su ciclo biológico en el almendro (utiliza las almendras verdes como nido). “La mayor parte del tiempo está dentro del fruto, y allí pone los huevos de adultos”, así como posteriormente se desarrolla la larva en el interior y sigue alimentándose hasta que es adulto. En este punto sale por la cáscara, momento en que hay que tratarlo, según el técnico, antes de que vuelva a inocular los huevos.
Los tratamientos para que las campañas no se vean lastradas son de carácter fitosanitarios y se aplican al emerger los adultos, porque “es difícil de llegar” cuando son larvas o pupas y están dentro.
El también técnico de UPA señala que el tratamiento más recomendado es el aplicado después de la cosecha en el árbol infectado (donde se pueden enganchar “con más fuerza”), para eliminar los ejemplares ya crecidos y quemarlos antes del próximo brotado.
La avispilla representa una gran amenaza a los productores, según Ramiro, porque puede provocar “daños de hasta el 90 por ciento”, principalmente en zonas de almendro silvestre, y los que están ubicados cerca de montes o en cunetas
Por ello, apuesta por una actuación coordinada entre agricultores y la administración, para que evitar que la Administración regional declare, como en febrero de 2019, la existencia de una plaga provocada por la Eurytoma amygdalila.
Barrenillo
Respecto a la presencia y tratamiento del barrenillo, otro insecto diminuto que excava galerías en la madera de los árboles, los productores “están más concienciados”.
Se desarrolla, recuerda el técnico, en el material vegetal de los restos de poda “donde pone los huevos y se propagan vía suelo”. Para su destrucción “hay que evitar dejar restos de poda todo el año”, o triturarlos.
Respecto a la presencia y tratamiento del barrenillo, otro insecto diminuto que perfora la madera de los árboles, los productores “están más concienciados”.
Se desarrolla, recuerda el técnico en el material vegetal de los restos de poda “donde pone los huevos y se propagan vía suelo”. Para su destrucción “hay que evitar dejar restos de poda todo el año”, o triturarlos.
Mosca del olivo
Otro insecto que puede provocar epidemias y pérdidas económicas en las producciones es la mosca del olivo (Bactrocera oleae Gmelin). Pone los huevos, recuerda Ramiro, en la aceituna cuajada (sobre todo en las más hermosas) y cuando la larva se desarrolla, ocasiona la caída del fruto o reduce sus propiedades. En este caso afecta a los aceites de calidad, pues merma las cualidades del oro verde más cualificado.
“La mosca es otro insecto con el que estamos acostumbrados a tratar”, señala el agrónomo.