Cuando se cumple menos de una semana de la extinción del último incendio forestal en el término de Retuerta del Bullaque, donde se quemó una extensión de matorral sin determinar, Ciudad Real está registrando una campaña sin fuegos muy significativos, a pesar de las intermitentes olas de calor, con temperaturas cercanas o superiores a los 40 grados, que están disparando el riesgo de incendio y la activación de las alertas por parte de Protección Civil.
Con todo, hasta mitad de año se habían producido 50 incendios frente a los 33 del mismo periodo de 2016 (desde el 1 de enero), con una superficie afectada de 237 hectáreas frente a las 57 del mismo periodo del año precedente.
A nivel nacional, hasta el 13 de agosto, habían ardido 75.026,22 hectáreas forestales, casi 15.000 más sobre la media 60.786,58 ha y más del doble de las 33.370,59 registradas en el mismo periodo (desde el 1 de enero) de 2016. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de la cifra total, el 59,8% (43.889,91) era superficie matorral y monte abierto, y el resto (24.303,90 ha), extensión arbolada.
Año 2016
Respecto al balance anual del año pasado (entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2016), la provincia de Ciudad Real registró 94 siniestros, entre 59 (62,77%) conatos, al haberse extinguido antes de que superase 1 hectárea de superficie, y 35 fuegos que afectaron a extensiones de igual o más de una hectárea.
El informe del Mapama arroja que hubo una menor superficie y también menos incendios, ya que la cifra de siniestros fue un 36% menor a la de 2015 (147, 85 de ellos, conatos).
Igualmente, arrasaron un total de 308,91hectáreas de superficie forestal en 2016 en la provincia, un 62 por ciento inferior a la de todo el año 2015 (827,48 hectáreas). Del total, 175,49 hectáreas fueron extensiones forestales leñosas (entre arboladas, matorrales y monte bajo), y el resto, 133,42 h se correspondió a superficies forestales herbáceas.
También se quemaron 317, 14 hectáreas de extensión no forestal, frente a las 358,43 hectáreas de 2015.
Los residuos, un gran riesgo
De otro lado, el abandono de residuos en el campo (también llamado littering) es uno de los grandes riesgos de que se desate un incendio forestal , un peligro contra el que SEO/BirdLife ha puesto en marcha, en colaboración con Ecoembes, el Proyecto Libera para hacer hincapié en la importancia de extremar la precaución en las actividades que se desarrollen en entornos naturales y en que no se abandonen residuos, sobre todo en la época estival, cuando el número de incendios, especialmente en las zonas de clima mediterráneo, aumenta considerablemente.
Así, para alcanzar una naturaleza sin basura, ambas organizaciones han unido esfuerzos y conocimientos para acabar con la basura que no se limpia y que produce un grave impacto ambiental.
La iniciativa tiene tres ejes fundamentales, conocimiento, participación y prevención, este último con cinco consejos básicos para prevenir los incendios forestales:
1.- No tirar colillas encendidas al suelo ni por la ventanilla al viajar en coche.
2.- No dejar basura fuera de las papeleras. Si no hay una cerca, los residuos se depositarán más tarde en el contenedor correspondiente.
3 Las hogueras se encenderán sólo, incluidas las de la limpieza de los montes y quema de rastrojos, en zonas y épocas autorizadas
4.- Hay que evitar dejar encendidas hogueras y lámparas en campamentos cuando las personas se ausenten o se vayan a dormir, aunque sea una zona habilitada para encender fuego.
5.- Cuando ya se ha producido un incendio y está cerca, hay que intentar bordearlo y huir. No se debe subir por la montaña, ya que el fuego avanza más rápidamente que las personas.