La diputada de Ciudadanos Marta Martín, crítica con la estrategia impulsada por Inés Arrimadas al frente del partido, ha anunciado este jueves que renuncia a su acta en el Congreso y espera que los que se quedan en la formación naranja cumplan el “compromiso” que le han trasladado de que su escaño “no sirva jamás para dar alas ni al nacionalismo ni a la corrupción”.
“Acabo de presentar mi renuncia al acta. Yo cumplo mis compromisos y espero que los que se quedan cumplan el compromiso que me han dado. Que ese escaño no sirva jamás para dar alas ni a nacionalismo ni a la corrupción. Ha sido un honor hacer mi trabajo estos años. Gracias”, ha escrito en un mensaje en su cuenta de Twitter.
Poco antes, en otro tuit, había explicado que estaba a la espera de recibir una respuesta de Cs para tomar una decisión. “Lo que es seguro es que haré lo que considero más ético acorde con mi compromiso de servicio. Se puede perder un acta, un partido, pero no la dignidad ni la salud”, había indicado.
Martín ya había expresado anteriormente sus discrepancias con algunas de las decisiones tomadas por la dirección del partido desde que Arrimadas es presidenta. Por ejemplo, cuando el pasado octubre admitió que no estaba convencida de haber apoyado en el Congreso el estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez para un periodo de seis meses, ya que consideraba que “el Estado de Derecho y el control parlamentario son irrenunciables”.
ESPERÓ EN VANO UN “CAMBIO DE RUMBO” EN EL PARTIDO
Y el pasado lunes, mientras se celebraba la reunión en la que la Ejecutiva nacional de Ciudadanos analizó la situación en Murcia y en la Comunidad de Madrid, Martín se mostró pesimista. “A la luz de lo que estamos conociendo, no parece haber un cambio de rumbo en el partido. Hay que pelearlo hasta el final, pero pinta feo”, manifestó.
La diputada por Alicante informó de que el día anterior había enviado una carta a Arrimadas en la que decía sentirse “perpleja y profundamente triste” ante los últimos acontecimientos.
La semana pasada, Ciudadanos se alió con el PSOE para promover sendas mociones de censura contra su hasta entonces socio de gobierno, el PP, en la Región de Murcia y en el Ayuntamiento de la capital –algo que solo sabían unos pocos miembros del Comité Permanente de la formación liberal–, tras lo cual tres de los seis diputados de Cs en la Asamblea regional pactaron con el PP y anunciaron que votarían en contra de la moción.
Esto desencadenó que en la Comunidad de Madrid la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso (PP), destituyera a los miembros de Ciudadanos que formaban parte del Gobierno de coalición y convocara elecciones anticipadas.
PIDIÓ UNA REUNIÓN DEL CONSEJO GENERAL
Martín dijo a la presidenta de Cs que todo esto merecía “una explicación detallada no solo ante los miembros de la Ejecutiva, sino también ante los cargos públicos, los afiliados, los votantes y todos los españoles”, expresó su desacuerdo con las mociones de censura en Murcia y pidió una rectificación “pensando únicamente en lo que ahora es mejor para España y para los españoles”.
Además, afirmó que el partido debía hacer una “reflexión colectiva” sobre cómo respetar los compromisos, el programa y las ideas por los que los electores votaron a Ciudadanos, “sobre cuál es la mejor vía para que se puedan ejecutar y sobre si es la que se está tomando”.
Martín, que no forma parte de la Ejecutiva nacional ni de ningún órgano de dirección territorial en la formación naranja pero sí del Consejo General, solicitaba una reunión de este órgano –el máximo del partido entre congresos– para “revisar democráticamente la estrategia, las formas y las personas” con el fin de cumplir el “programa original” de Cs.
