El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insistido este miércoles en que no ordenará un confinamiento en el país norteamericano a causa de la pandemia del coronavirus porque los estados tienen “diferentes” niveles de afectación.
“Hay algunos estados que son diferentes. Hay algunos estados que no tienen muchos problemas”, ha indicado Trump durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca, aludiendo a que “entiende” al gobernador de Florida, Ron DeSantis, el último en ordenar a sus ciudadanos permanecer en sus hogares.
El mandatario, que ha valorado como “genial” la orden del gobernador de Florida, ha añadido que debe haber “flexibilidad” entre los estados, lo que tiene que depender de cómo de malas sean las situaciones que se viven en cada uno de ellos, de manera individual.
“Tienes que dar un poco de flexibilidad. Si tienes un estado en el Medio Oeste o si Alaska, por ejemplo, no tiene ningún problema, es muy difícil decir de cerrarlo. Tenemos que tener un poco de flexibilidad”, ha aseverado.
El mandatario estadounidense se resiste a ordenar a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares como medida para frenar la expansión del Covid-19 en el país, que ya es el más afectado por el virus en cuanto a casos confirmados –más de 213.000–, mientras que multitud de países sí han tomado esta decisión.
Algunos estados estadounidenses, como Florida este martes o Maine y Arizona en días previos, han ordenado confinamientos a sus ciudadanos para mitigar la propagación del coronavirus.
SUSPENSIÓN DEL TRANSPORTE AÉREO
En este sentido, el mandatario norteamericano ha afirmado que su Administración considera suspender el transporte aéreo en las regiones más afectadas por el coronavirus, pero ha avisado de que puede ser un movimiento “muy duro”.
“Estamos pensando en hacer eso (…) y empezar todo esto de nuevo es muy difícil”, ha señalado, al tiempo que ha recordado que muchos de estos vuelos se realizan de “un punto caliente (región afectada por el coronavirus) a otro”. “Una vez que se hace eso, realmente se está reprimiendo una industria que se necesita desesperadamente”, ha remachado.
Por otro lado, Trump ha sugerido que Estados Unidos podría construir otros dos barcos hospitalarios gigantes como el que actualmente hay en Nueva York.
“Estamos considerando muy seriamente la construcción de dos naves adicionales de aproximadamente el mismo tamaño”, ha detallado el presidente norteamericano, según ha trasladado la cadena de televisión CNN.
El buque hospital de la Marina estadounidense ‘USNS Comfort’ llegó el lunes a Nueva York para colaborar en la lucha contra el coronavirus. Cuenta con 1.000 camas hospitalarias que serán un desahogo para el sistema sanitario de la ciudad.
El ‘Comfort’ es un superpetrolero reconvertido que ya fue enviado a Nueva York poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Cuenta con 12 quirófanos y un equipo completo de médicos, enfermeros y especialistas.
LA “GRAVEDAD” DEL CORONAVIRUS
Por último, Trump se ha referido a la “gravedad” de la enfermedad causada por el Covid-19, y ha indicado que es lo que ha hecho que cambie de tono, dejando de comparar al coronavirus con una gripe, como hacía durante los primeros días de la pandemia.
“Creo que (…) es muy contagioso. Nadie ha visto algo así, donde grandes grupos de personas, de repente, sólo por estar en presencia de alguien, lo tiene”, ha señalado, antes de tener unas palabras de alabanza con los profesionales sanitarios, a los que ha definido como “héroes, guerreros, soldados”. “Es increíble”, ha zanjado.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia de coronavirus, con más de 213.000 casos positivos, a mucha distancia del segundo, Italia, que cuenta con más de 110.000 afectados. En cuanto al número de muertes, el país norteamericano cuenta casi 5.000. A nivel global, la pandemia del Covid-19, originado en la ciudad china de Wuhan, ha dejado hasta el momento más de 932.000 contagiados y 42.000 víctimas mortales.
