La Unión Europea y Estados Unidos ha expresado su “enorme preocupación” ante la decisión de las autoridades de Kosovo de cerrar varias instituciones y agencias serbokosovares en lo que entiende como una “acción unilateral” que amenaza con inflamar tensiones en un escenario, de por sí, enormemente delicado.
El Gobierno de Kosovo anunció el viernes el cierre de agencias de atención a la población serbokosovar en los municipios de Peja, Istog y Kline bajo la sospecha de que todas ellas formaban parte, en realidad, de un “Gobierno paralelo de Serbia” en el territorio, en palabras del ministro del Interior kosovar, Xhelal Svecla.
“Esta era sin ley ha terminado. La única institución serbia dentro de Kosovo será su embajada en Pristina”, hizo saber Svecla en su página de Facebook. También acabó cerrada la sede de la organización Centro para la Paz y la Tolerancia en la capital kosovar.
En este contexto, la UE ha avisado este domingo de que “el cierre de estas oficinas tendrá efectos negativos en las vidas diarias y las comunidades serbokosovares, dado que restringirá su acceso a servicios básicos, en vista de la falta de alternativas en este momento”.
Bruselas recuerda a Kosovo que el estatus de estas agencias tiene que ser decidido en el marco del proceso de mediación que está protagonizando entre Serbia y Kosovo para poner fin años de disputas enormemente tensas sobre la relación entre Belgrado y Pristina desde que Kosovo declarara su independencia en 2008, que alcanzaron un punto álgido el año pasado.
Durante ese periodo, Belgrado acusó a Pristina de forzar la salida de alcaldes serbokosovares de sus puestos de mando –lo que provocó el boicot de estos últimos a las elecciones del año pasado– o de orquestar una campaña de violencia contra esta población, algo que Kosovo ha rechazado categóricamente.
La última fricción ha ocurrido este año, cuando las autoridades kosovares han declarado su intención de abolir casi con efecto inmediato el uso del dinar, la moneda por excelencia que emplea la población serbokosovar, otro gesto que la Unión Europea también ha lamentado por considerar que los plazos de transición dados por Pristina son insuficientes.
“Por lo tanto, la Unión Europea pide a Kosovo que se abstenga de emprender medidas unilaterales para abordar estas cuestiones a través del proceso de diálogo que está facilitando”, concluye la UE.
También se ha pronunciado al respecto el embajador de Estados Unidos en Kosovo, Jeff Hovenier, sobre unas últimas decisiones que están “alimentando de manera innecesaria la tensión étnica” en la zona y que “están limitando las opciones de Estados Unidos para ejercer como un defensor eficaz de Kosovo en los foros internacionales”
Estados Unidos recuerda además la reciente incautación, por parte de las autoridades de Kosovo, de un vehículo usado por las autoridades serbokosovares para distribuir ayudas sociales a su población.
“Queremos que las autoridades de Kosovo garanticen que los individuos receptores de estos beneficios sociales los consigan sin dilación”, ha indicado el embajador antes de recordar que la declaración de independencia de Kosovo, así como su Carta Magna, prometen una “democracia multiétnica” que “responderá a las preocupaciones de todos sus ciudadanos”.
Zlatan Elek, líder del principal partido serbokosovar, Lista Serbia, ha pedido al embajador estadounidense que actúe inmediatamente para evitar lo que describió como un “posible éxodo” de los, aproximadamente, 90.000 serbokosovares que quedan en Kosovo. “De lo contrario”, aseguró Elek durante una comparecencia en el municipio serbokosovar de Mitrovica del Norte, “Estados Unidos será cómplice directo de lo que suceda”.