Había nacido en Granátula de Calatrava (CR) en 1793; estudiado en la Universidad de Almagro y desarrollado después una importante carrera militar en la América todavía española, hasta su regreso a España, donde tendría un decisivo papel militar y político, siempre en las filas progresistas. Su principal logro fue el final de la Primera Guerra Carlista al firmar la paz con el general Cabrera (el abrazo de Vergara) previa promesa de que serían restablecidos los antiguos fueros vascos y navarros. Después fue militar revolucionario; regente del reino (hasta la mayoría de edad de Isabel II (1841-43); exiliado en Gran Bretaña durante once años (183-54); de nuevo presidente del consejo de ministros (1854-56); y finalmente retirado junto a su mujer, Jacinta Martínez de Sicilia a la ciudad de ésta, Logroño, en la que morirían ambos, en 1878 y 79 respectivamente.
Este pasado otoño ha aparecido la extensa y bien documentada biografía que le ha dedicado el hispanista canadiense Adrian Shubert (“Espartero, el Pacificador”: Galaxia Gutenberg, 2018).
Se trata de un libro amplio (más de 750 pags.) y minucioso sobre la vida de este decisivo militar cuyo principal hecho de armas fue la toma de Bilbao (en diciembre de 1836) frete a los carlistas y 3 años después la conclusión de la primera guerra civil carlista con el llamado abrazo de Vergara.
Posteriormente, ya en una dimensión política, Espartero fue nombrado presidente del Consejo de Ministros y, en mayo de 1841, regente del reino. Símbolo del liberalismo progresista, y poco apreciado por Cristina, la viuda de Fernando VII, es expulsado de España y marcha al exilio en Gran Bretaña, donde vivió por espacio de cuatro años y medio antes de que le fuera permitido regresar a España. Ante la revolución de julio de 1854, la reina Isabel II le llama de nuevo y le ofrece hacerse cargo del gobierno, periodo que no durará más de dos años. Alejado ya de la primera línea de la política, regresó a Logroño, ciudad natal de su mujer, Jacinta, y lugar de adopción suyo, donde vivió el resto de su vida.
Rey constitucional de España
Cuando la revolución de septiembre de 1868, “La Gloriosa” destrone a Isabel II, tiene lugar en toda España una gran campaña que pide a Espartero que acepte ser nombrado rey constitucional de España. La operación fracasa y al final el trono es ofrecido por Prim, otro militar progresista, a Amadeo de Saboya. Ese periodo acaba con la proclamación de la I República, en 1873, y poco después con el retorno de Alfonso XII y la restauración borbónica en 1875.
La fama y la épica que acompañaba los éxitos militares de Espartero fueron suficientes para hacer olvidar sus fracasos políticos.
Profundamente liberal y constitucional
Shubert narra con pulso y detalle el primer encuentro entre el joven monarca y Espartero en la casa de éste, en Logroño, y refleja las contradicciones de nuestro paisano, profundamente liberal y constitucional pero desgarrado ante los riesgos de desmembración de España que se habían vivido en la etapa anterior.
Esas son algunas de las ambivalencias de Espartero que refleja bien este libro: un militar que pensaba que no siempre la opción bélica era la mejor; pero también un político con escasas dotes para la negociación y el pacto. Un progresista liberal, defensor de la Constitución de 1837, pero que no duda en defender siempre la Monarquía, aunque éste venga encarnada por la débil y corrupta Isabel II.
Un buen libro, en definitiva, para acercarnos a este personaje y a ese siglo complicado y mal conocido que es para muchos de nosotros el XIX español. En cualquier caso, la relevancia, militar y política, de nuestro paisano bien requería un trabajo como este.
Muy recomendable. Dejo aquí una buena reseña del libro: https://metahistoria.com/novedades/espartero-el-pacificador-rb/