Belén Rodríguez
Ciudad Real
La justicia madrileña acaba de dar la razón a la familia de Paula Rodríguez Bastante, una niña de cuatro años de Poblete con una parálisis cerebral severa por lo que sus padres siempre creyeron que fue una negligencia médica, tras una operación en el Hospital Gregorio de Marañón de Madrid al poco de nacer.
Desde este sábado los padres saben que lo fue. La Sala décima de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha fallado que hubo negligencia y condena al Servicio de Salud Madrileño (SUMA) a indemnizar a la familia con 600.000 euros.
Se da la circunstancia de que la noticia, tras tres años de proceso judicial, la conocieron el viernes los padres unas horas antes de que Paula, que nació el 28 de septiembre de 2009 en Ciudad Real, cumpliera cuatro años (el sábado).
Un “regalo” para celebrar un cumpleaños muy especial explicó a este periódico su padre, Satur Rodríguez: “La salud de mi hija no tiene precio, pero me queda la satisfacción de que me han dado la razón. Ya no tenemos duda de que actuaron mal, y lo peor es que persistieron en el error y nos han querido engañar”, dice en alusión a que antes de interponer la demanda hicieron una reclamación al Servicio de Salud Madrileño “y nos dijeron que todo estaba perfecto. Que el problema había venido porque mi hija nació con una enfermedad congénita el síndrome de Bartter”.
Aunque la sentencia todavía no es firma (el SUMA tiene diez días para recurrir), “nuestro abogado Rubén Darío Delgado nos ha explicado que prácticamente lo es porque no hay discrepancias entre las tres jueces que han votado el caso. Con un recurso podrían arriesgarse a que la indemnización fuera más alta. En principio reclamábamos por 1,2 millones de euros”.
Rodríguez explica que cuando nació su hija aquel 28 de septiembre de 2009 ni por un momento pensó que se vería envuelto en algo así.
En el Hospital General de Ciudad Real “del que no tengo ninguna queja”, agrega, a Paula le diagnosticaron una alteración genética en un riñón. Una enfermedad rara conocida como síndrome de Bartter de la que fue tratada en el mismo vientre materno. El feto llegó a termino y aunque nació prematura no fue una gran prematura.
El bebé pasó cincuenta días en la UCI en Ciudad Real sometida a los cuidados que precisaba. De este hospital la derivaron a la Unidad de Nefrología Pediátrica del Gregorio Marañón, “en principio para comprobar que los padres dominábamos la medicación y sabíamos cargar la medicina que había que suministrarle”. “Nos hicimos a la idea de que la niña tenía una enfermedad crónica pero tratable, como por ejemplo cuando se nace diabético y hay que suministrar insulina. A mí hija había que ponerle diariamente sodio y potasio porque los perdía con la orina”.
Y surge una complicación. La niña coge una fiebre y en una revisión detectan que su organismo necesita más agua de la normal. “Nos proponen operarla para ponerle literalmente un botón en el estómago por el que suministrarle el agua que no podría ingerir por si misma. Nadie nos habló de que esa operación entrañara riesgos, es más, nos dijeron que era sencillísimo”.
A partir de ahí se complica la historia de Paula. Se concatenan una serie de problemas y la niña en el posoperatorio entra en parada cardiorespiratoria: “Yo me he venido desde Madrid a Ciudad Real para buscar un sitio en el cementerio donde enterrar a mi hija”, recuerda el padre. Al final la niña pasó dieciocho días en coma “y es cuando empiezan a explicarnos que ha sufrido fallos cerebrales catastróficos. Queremos preguntar por qué ha pasado eso y nos dicen que todo ha sido por la enfermedad congénita”.
Es entonces cuando empiezan a preguntar e informarse y descubren que otros niños con Síndrome de Bartter “están yendo al colegio con normalidad y no tienen problemas cerebrales”.
Lo siguiente fue acudir a la Asociación de Víctimas con Problemas Neurológicos de por Vida que les puso en contacto con abogados especializados.
Con cuatro años Paula no habla, no camina y sufre un tipo de ceguera que, aunque ve la luz y responde a estímulos, su cerebro no los decodifica. La pequeña precisa cuidados constantes y costosos que sus padres procuran conseguirle.
En Poblete el caso es muy conocido. Existe la Asociación de Amigos de Paula que ha organizado para el sábado 5 de octubre en el teatro Quijano de Ciudad Real una representación teatral benéfica. Se trata de la obra ‘Pioneras’ con las actrices Pepa Aniorte y Goizalde Núñez (20.30 horas).