El voluntario de la organización, Juan Luis Martín Romo, ha explicado el proyecto elegido para este año, “vamos a facilitar que tengan el acceso a agua potable y también que puedan tener una producción de alimentos más diversificada y más acorde con las necesidades que puedan tener en su alimentación. Ayudarles a tener mejores cultivos, facilitarles cuestiones técnicas para que sean más efectivos y también la cría de ganado que hasta este momento no lo hacían”, ha indicado.
Por su parte, Víctor García Chocano, gerente del restaurante, ha mostrado su satisfacción por la respuesta de los clientes un año más, ya que como ha manifestado, “nosotros estamos encantados porque lo preparamos todo para vender lo máximo posible”. Entre otras cosas, los empleados acuden “gratis a trabajar y colaborar con Manos Unidas” en un día en el que la pizzería suele mantener cerrado al público.
Además, ha recordado que para la ocasión, se ha encendido otro horno “para poder atender más, hemos abierto también el salón de dentro para que entre más gente”, destacando que “no estamos escatimando ni sitio ni horno ni nada, para poder hacer en este momento lo máximo posible para la recaudación de Manos Unidas. Nos gusta siempre trabajar en los proyectos que establece porque creo que se ve dónde va lo que recauda”.
En su decimotercera edición, la afluencia de público no se ha hecho esperar y desde primera hora del mediodía, los clientes han aguardado una mesa libre pacientemente. Mesas que han decorado los niños que acuden a catequesis bajo un lema común: ‘Comparte lo que importa’.
