El año 2023 está a punto de entrar, todo indica que España no va a entrar en recesión, pero ¿qué va a ocurrir en Castilla-La Mancha y, en concreto, de Ciudad Real? El economista Juan José Rubio señala que la comunidad autónoma tiene que “hacer valer” su posición privilegiada en el acceso a las redes de los mercados básicos de consumo.
Desde hace años, mucho se habla de logística, sobre todo en el Corredor del Henares hasta Guadalajara, pero toda la región se puede beneficiar. Juan José Rubio asegura que Castilla-La Mancha “podría abastecer el 50 por ciento del consumo nacional”, porque está cerca de Madrid, del Levante y de Andalucía.
La producción de energía es otro de los sectores claves. El profesor de la UCLM destaca que Castilla-La Mancha es “región líder en energía fotovoltaica”, pero es que además el mix energético está “bastante diversificado”, ya que existe energía nuclear, renovables e hidroeléctrica. “Somos energéticamente autosuficientes, lo que permite tener una dependencia menor de las energías fósiles”, señala.
Sectores que pueden crecer
La comunidad autónoma ha demostrado después de la llegada del Covid tener un “sector industrial dinámico”, con un crecimiento medio anual por encima de la media española, y eso significa, destaca Rubio, “que tiene capacidad de crecer”. Para conseguirlo, insiste en la importancia de “expansionar las exportaciones”, que deben de ser “uno de los principales motores económicos de la región”.
Entre los sectores que pueden mejorar la capacidad industrial destaca el aeronáutico, fuerte en Albacete y en Illescas (Toledo). Al mismo tiempo, Rubio celebra la reactivación del aeropuerto de Ciudad Real, “con capacidades logísticas y enclave de industria auxiliar de mantenimiento de aeronaves”.
A nivel industrial, Rubio defiende que se retome la manufactura del textil y del calzado, “con la que todavía viven muchos pueblos de Toledo”, aparte de recuperar el sector de la madera y el mueble de calidad con alto valor añadido. “Lo hicimos muy bien en el pasado, con muebles de calidad en la zona de Villacañas, pero hemos optado por una industria más sencilla, por ejemplo, la producción de pales”, explica.
Otros sectores en auge pueden ser el metalmecánico, ligado a la carpintería metálica, los cerramientos y las ventanas, con presencia en la provincia de Ciudad Real, y también la cerámica estructural, es decir, el ladrillo.
Más valor añadido en la agroalimentación
Castilla-La Mancha es “el granero de España” y así tiene que seguir. “Tenemos una productividad y especialización muy superiores a la media española y hay que hacerlo valer”, señala el profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. En este sentido, considera que hay que hacer más hincapié en la venta de vino embotellado, frente al granel, dado que es la región con más extensión de viñedos y concentra el 7 por ciento de la producción mundial.
Turismo rural ligado al respeto del paisaje tradicional
Y en la España que no habla más que de turismo, esta provincia también puede participar. “El turismo rural es una opción”, señala Rubio, pero a su juicio, “siempre que esté vinculado al mantenimiento del medio ambiente y al respeto del paisaje tradicional”. Considera que la provincia tiene muchas potencialidades, pero cree que en comarcas como Cabañeros “se está haciendo relativamente poco”.
Así pues, el profesor considera que hay que promocionar el turismo rural, lugares como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o las Lagunas de Ruidera, “que son verdaderas joyas medioambientales”, e incidir en factores de desarrollo como “la agricultura ecológica, la gestión ambiental y social del agua, y todo lo relacionado con la economía circular”.