Las monjas dominicas de Kiev estaban este miércoles por la noche “tranquilas”, como todos los días, pese a la tensión latente. Ramón Serrano, presidente de CREAN Ciudad Real, cuenta que hace unos días hicieron la promesa de que “no se van a mover, aunque haya guerra y aunque se mueran”. Unas horas después, los medios de comunicación daban la noticia, Rusia ha iniciado una operación militar a gran escala en Ucrania, y ahora todo es posible.
El teléfono de Ramón Serrano está que arde. Este ciudarrealeño ha estado al frente de la acogida verano tras verano de niños ucranianos en los últimos veintisiete años para paliar las secuelas del desastre de Chernóbil, y sus lazos con Ucrania están soldados. A la una del mediodía ha hablado con Álex, uno de los primeros niños que acogió, que ahora tiene más de 30 años, está casado y tiene dos hijos, de 11 y 7 años. Vive en Odesa, al sur de Ucrania, muy cerca del Mar Negro, y está planeando la huida.
“Van a intentar escaparse a otro país. Los aeropuertos están cerrados, por lo que seguro que utilizan el coche. Me ha contado que en las calles de la ciudad había un desfile de militares rusos y que pasaban helicópteros del ejército. Dice que es para atemorizar a la gente”. Ramón Serrano reproduce la conversación y añade, “aquí tienen su casa, que se vengan, que se pongan a salvo, que aquí les buscamos trabajo”. Álex venía de una familia humilde, pero es “tan bueno, tan trabajador”, que estaba en una empresa que construía viviendas sociales. Poco importa un empleo cuando llega la guerra.
Una familia de Puertollano consigue sacar de Ucrania a una joven con sus dos hermanos menores
Los lazos tejidos bajo el sol estival están detrás de la llegada este mismo miércoles de una joven ucraniana de 19 años con sus dos hermanas a Puertollano. Serrano explica que las familias que han participado en las acogidas se han movido en las últimas semanas para traer a niños ucranianos a España antes de que estallara la guerra. “Las familias estaban recopilando documentos, consiguiendo los pasaportes, estaban a punto de conseguirlo, pero estos tres han sido los únicos que han podido escapar”, explica. La salida del país de los dos menores ha sido posible porque viajaban con su hermana mayor de edad.
Contactos con la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Ciudad Real para preparar la evacuación
Pero todo no queda aquí. Desde primera hora de la mañana Ramón Serrano ha empezado a realizar llamadas de teléfono para acoger a niños en el caso de que el Gobierno de España acuerde con Ucrania una evacuación. Cincuenta menores suelen participar cada verano en la acogida temporal, pero Serrano señala que están preparados para “acoger si hace falta a 100”. “Si hace falta recorreremos todos los pueblos de la provincia. Yo soy mayor, pero ante esta catástrofe acogería a niños, y mis hijos también”, comenta.
Entre la rabia y la indignación, a lo largo de la mañana le ha dado tiempo a pedir audiencia con la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real y a hablar con la concejala de Acción Social del Ayuntamiento de la capital, Matilde Hinojosa, que le ha dicho que están “para lo que necesitemos”. “Es una decisión de los gobiernos, pero si hay evacuación de niños, allí estaremos”, insiste Ramón Serrano. Nadie pensaba que esto iba a ocurrir y la gente está muy asustada, confiesa, entre insultos al presidente de Rusia, Vladimir Putin. En su mente están los niños, sus familias y las tres religiosas dominicas de 80 años, que han asistido a familias en situación de vulnerabilidad del entorno de Kiev.
