Francisco S.H., el hombre de 36 años que permanece detenido en Ciudad Real desde el miércoles por la noche en espera de pasar a disposición judicial como presunto autor de la muerte violenta de Isidro Antonio Gónzalez Gascón, de 59 años, tenía algo más que problemas de mala vecindad con él.
Reducir la rivalidad a “se llevaban mal” es simplificar mucho la larga historia de enfrentamiento entre ambos. Conocidos de los dos coinciden en que el presunto agresor “no está bien de la cabeza” y es “problemático”, pero también se refieren a la víctima como una persona quisquillosa, que retroalimentaba las provocaciones del otro, con denuncias cruzadas ante las fuerzas de seguridad.
Vecinos en la calle Arrayanes del tranquilo barrio de chalés adosados de Los Rosales, parece que los problemas entre Francisco y Antonio empezaron por unas malas palabras, hace años, de Antonio referidas a la madre de Francisco, que no vive con el detenido pero pasa temporadas en la casa.
Vigilancia policial por 20 cm de aparcamiento
Desde aquel incidente y en los últimos años la Policía Local no ha dejado de recibir denuncias y llamadas por ruidos y molestias de los moradores de los números 73 y 75 de la calle Arrayanes, los protagonistas de esta trágica historia.
El último elemento de discordia, según fuentes conocedoras del caso, fue la zona de aparcamiento delante de sus respectivas viviendas y el vado de los garajes. Antonio se quejaba de que Francisco aparcaba su coche de tal manera en el espacio reservado para su vehículo, delante de su casa, que le impedía a él sacar su coche del garaje. “Eran 20 centímetros, no mucho más, pero por eso la liaron”, asegura una fuente.
Cuadrícula para que no se pasara de la raya
La situación llegó hasta el extremo de que el Ayuntamiento autorizó que se pintara el espacio de aparcamiento de los vados de los garajes con una cuadrícula amarilla para que el vehículo de Francisco no se pasara “de la raya”, nunca mejor dicho.
“Por aquí ha estado vigilando la policía mucho tiempo”, explica un vecino, que refiere hasta un intento de mediación para que dejaran de denunciarse, espiarse (uno fotografiaba los supuestos incumplimientos de las ordenanzas del otro) e incordiarse.
Sobre qué pasó exactamente este miércoles por la noche entre ellos se impone el silencio. El portavoz de la Policía Nacional que se ha hecho cargo de la investigación refiere que sobre las 21.20 horas recibieron llamadas en el 091 por una riña en la calle Arrayanes entre dos personas. Sin embargo una vecina de la misma calle, al parecer citada como testigo en el caso, relata a Lanzadigital.com que vio a Francisco como acechando al otro, que estaba haciendo lo que fuera en su buzón.
Lo atacó con unas tijeras
Lo que es seguro es que la agresión fue con unas tijeras y directa al cuello de Antonio, lo que le provocó una hemorragia que no pudo superar. Poco después Francisco S.H. se entregó a los policías que acudieron al lugar del incidente.
La Policía Judicial de la Policía Nacional, que al parecer tiene bastante claro las circunstancias de esta muerte violenta, podría poner este viernes a disposición del juzgado de guardia de Ciudad Real (instrucción y primera instancia número 4 esta semana) al detenido y las evidencias recogidas en la escena del crimen.
Francisco S.H. ha pasado todo el jueves en los calabozos de la comisaría provincial.
