Intensa, sutil y expresiva, Nora Norman brilló con un formidable concierto en la Noche Blanca ciudarrealeña, donde presentó las canciones de su primer larga duración, un bendito ‘Chaos’ que muchos sitúan entre lo mejor del neo-soul y que ella, como “una pequeña sátira” ante la urgencia de poner etiquetas que también limitan, califica de ‘acid chaos’, quizás por el componente festivo de su música aunque también hay mucha dulzura y profundidad en sus canciones.
El álbum “no deja de ser la disertación de lo que una lleva en la mente de forma tan vital e intrínseca”, por lo que aprecias y el efecto de las vivencias, de manera que el disco ha sido “una forma de poner en orden en forma de diez canciones todo lo que siento y pienso”, aseguró tras el directo la cantante natural de Sabadell. Así mismo, se titula ‘Chaos’ porque, confesó, era una forma de “reírme un poquito de mí misma por el desastre que soy”. Es una declaración desde el propósito de “ser lo más honesta y sincera posible” de cara a un primer álbum. “Soy un pequeño desastre pero lo ordeno en forma de diez canciones”, precisó una cantante de gran expresividad que va narrando con gestos de manos, cara y cuerpo las emociones contenidas en sus canciones. “No está nada preplanteado, sale de dentro y eso es lo que en todo momento intento mostrar, a mí misma”, concedió Norman, que afirmó que, con que sólo sea una “pequeña pizca” de lo que siente en directo llegue al oyente, ya se da “por más que satisfecha”.
El alma negra de su música, que extiende sus alas en la improvisación y magia del directo, cautivó a los seguidores de una artista que se trasladó a Madrid para seguir su sueño como cantante y que estima que, tras la exitosa acogida por parte de crítica y público de su álbum de debut, su objetivo es “seguir avanzando y creciendo todos los días”.
Víctor Elías al teclado, Rafael Rivilla a la guitarra, Gastón Padula a la batería y Pablo Ruiz al bajo arroparon en niveles de excelencia y pícara compenetración en vivo a Nora Norman que obsequió con varios bises a los presentes, muchos de los cuales acudieron, tras el concierto, a que les firmara cd’s y fotografiarse con una cantante que dijo habérselo pasado “súper bien” en su recital en la sala Nice.