Varias curvas cerradas unas detrás de otras, serpenteantes trazados y pronunciados cambios de rasante en breves tramos, son algunas de las características de las carreteras históricas que aparecen en la muestra fotográfica ‘Más allá del puente’, inaugurada este miércoles en el Aula Cultural Universidad Abierta.
Buena parte de ellas parecen carreteras de “otro tiempo” para conducir “despacito”, disfrutar del viaje y valorar el entorno natural y la propia historia de estos trazados, comentó el profesor de Urbanismo de la Escuela de Ingenieros de Caminos, José María Coronado, autor de la muestra y responsable del proyecto ‘Valor patrimonial de las carreteras históricas’ junto a los también profesores de Caminos, Francisco Javier Rodríguez y Rita Ruiz.
Los tres llevan quince años investigando sobre este valor patrimonial que va más allá de los puentes, elementos constructivos que sí se suelen considerar valiosos, y que incide en la importancia de todo el camino o recorrido. De las numerosas fotografías que han realizado en carreteras de toda España e incluso de Portugal, han seleccionado en torno a cuarenta instantáneas en las que aparecen, entre otros elementos, sugerentes trazados adaptándose a las características geográficas, hitos kilométricos, de límite provincial, mallas metálicas que con postes de hormigón o de madera se colocaban en las curvas y que eran muy habituales en los años 40 y 50, pavimento de adoquines realizado en los años 20 y encintado del firme con bordillos de granito.
Son carreteras que en su día fueron importantes y que ahora, al construirse de forma paralela autovías o autopistas, han pasado a ser “carreteras locales con poco tráfico” o incluso se han convertido en “tramos abandonados”. En bastantes casos, sucede en puertos de montaña, al realizarse carreteras o autovías nuevas por túneles o viaductos, de manera que la antigua carretera, zigzagueante, se queda sin apenas tráfico a motor y suelen ser utilizadas por ciclistas.
Se trata de trazados, algunos de más de 250 años de antigüedad, que se han quedado fuera de la red de alta capacidad y constituyen un valioso patrimonio que puede servir de reclamo para el turismo. “El ejemplo más evidente y conocido es la Ruta 66 de Estados Unidos que, en realidad , tiene mucho menos historia que la Nacional 4”, comentó Coronado, que habló, por ejemplo, del puerto antiguo de Despeñaperros que ahora cuenta con mucho menos tráfico. “Si coges todo el itinerario de Madrid hasta Cádiz” son muchos los alicientes que se pueden disfrutar con el hilo conductor de estas carreteras históricas.
Hasta el 14 de diciembre se puede presenciar la muestra que también incluye fotografías de puentes, algunos de 250 años sobre los que ahora va el firme de una autovía, y que está complementada con tres vitrinas con documentos como planos históricos, antiguas vías de viajeros, guías y manuales de construcción de carreteras y las primeras instrucciones y normativas, describiendo cómo se ha ido generando la tecnología de las carreteras.