La Policía Nacional ha detenido a siete personas en la calle San Antón, la mayoría con antecedentes penales, miembros del clan familiar que ha controlado el mercado de la droga en Ciudad Real en los últimos años.
Los agentes han aprehendido además 650 gramos de droga, 350 de cocaína y 300 de heroína, en este último caso el decomiso más importante en años de esta peligrosa droga, que tanto golpeó a los jóvenes en los años ochenta.
Registros y detenciones en mayo
La operación, gestada durante más de un año con seguimientos en el barrio y esa calle, escenario de continuos conflictos vinculados al trasiego de toxicómanos y delincuencia, ‘explotó’ a mediados de mayo (14) cuando los agentes interceptaron a un ‘correo’ contratado por la familia con la cocaína de Madrid, para entregarla al clan.
Almacén blindado
Al poco se autorizaron los registros y los agentes entraron en cuatro viviendas, una de ellas un almacén blindado al que accedieron con presencia de un grupo especializado en blindajes de la Comisaría Central.
El comisario Alberto Camacho considera “un éxito” la operación que ha acabado con el que en estos momentos estaba considerado el monopolio de la droga en la capital de la provincia.
La subdelegada del Gobierno María Ángeles Herreros también ha destacado la importancia de la colaboración ciudadana en esta intervención, que la policía lleva investigando desde enero de 2020.
4 de los 7 detenidos están prisión
De de los siete arrestados, cuatro, dos hombres y dos mujeres, están en prisión provisional acusados de tráfico de droga, delito contra la seguridad social y blanqueo de capitales.
Una investigación compleja
Llegar hasta el clan y conseguir pruebas para incriminarles en lo que era un secreto a voces en esta calle del barrio de El Perchel de Ciudad Real ha sido complejo y laborioso.
El grupo, que se abastecía en Madrid y Toledo para vender el peligroso ‘rebujao’ (mezcla de cocaína y heroína) que genera más adicción, no ha parado ni durante el estado de alarma, en el que el movimiento de drogodependientes por la zona llamaba más la atención.
El jefe de la brigada de Policía Judicial de la comisaría de Ciudad Real Francisco Calzada ha explicado que tras los seguimientos lograron dar con las viviendas del trapicheo, cuatro en principio. Dos en las que se comercializaba la droga en papelinas, dosis pequeñas, y otras dos que servían de almacén.
El almacén blindado, clave en la operación
Llegar hasta el almacén ha sido la clave en la operación. Los responsables escondían ahí el grueso de la droga con un blindaje “exagerado” en palabras del comisario, por lo que en la intervención hubo que recurrir a un grupo especializado de la Comisaría Central. “Los blindajes se utilizan para entorpecer los registros, de esta forma les da tiempo a deshacerse de lo que tengan”, señala Camacho.
En esta ocasión la policía sabía a lo que se enfrentaba y lanzó los registros en las viviendas del trapicheo y el almacén.
Ostentación de su nivel de vida
El elevado tren de vida también llamó la atención de la policía que en paralelo a la investigación principal: conseguir pruebas del narcotráfico, ha hecho una investigación patrimonial con apoyo de la Agencia Tributaria.
Sin ingresos conocidos los investigados habían comprado inmuebles, bienes materiales y vehículos de alta gama, “haciendo ostentación pública incluso en las redes sociales de lo que poseían”, han explicado. Esto también sirvió para estrechar el cerco en torno a ellos.
Dinero en efectivo, joyas, coches y armas
Los agentes se han aprehendido además de la droga en los pisos de esta familia de 2.475 euros en efectivo, un kilo de joyas valorado en 48.000 euros, dos básculas de precisión, una pistola, relojes de lujo, tres vehículos, once teléfonos móviles y ordenadores de última generación.