La provincia de Ciudad Real siguió perdiendo población en 2017 por sexto año consecutivo. Así lo ponen de manifiesto las estadísticas del Movimiento Natural de la Población del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado este martes, con 1.397 defunciones más que nacimientos al cierre de la pasada anualidad, y un saldo vegetativo negativo.
Estas tendencia es coincidente con la de la Estadística del Padrón Continuo que, según recogía, a 1 de enero de 2018 la provincia contaba con 498.802 empadronados, un 0,75% menos que el año anterior (502.578), y por tanto se quedaba por debajo de la barrera del medio millón por primera vez desde 2004.
De la misma manera, los datos de este martes no solo reflejan el envejecimiento de la población ciudarrealeña, sino la bajada en comparativa interanual en la cifra de alumbramientos.
Según las cifras provisionales del INE, durante 2017 nacieron en la provincia de Ciudad Real 4.016 niños, con un descenso del 5,7 por ciento respecto al año anterior (4.258), con 242 nacimientos menos. De la cifra total de bebés, el 29,8 por ciento, 641 llegaron al mundo en la capital ciudarrealeña, mientras que el resto lo hicieron en otros puntos de la provincia.
La tasa de natalidad se situó en 8,01 nacimientos por cada mil habitantes, casi cuatro décimas menos que la registrada en 2016 (8,4), mientras que la tasa de fecundidad del año pasado en Ciudad Real fue de 36,3, un punto menos que la del año precedente, 37,4.
La esperanza de vida al nacimiento en la provincia al cierre del pasado año fue de 82,3 años de media (en 2016 fue de 82,6 años), 85,06 para las mujeres (85,6 en 2016) y 79,6 para los hombres (79,7 el año precedente).
En cuanto a las personas que tenían 65 años, el cálculo medio de años por vivir fue de 20,4 años, 22,2 años para las mujeres, y 18,4 para los hombres.
Mortalidad
En el caso de los fallecimientos, durante 2017 murieron en el territorio ciudarrealeño 5.413 personas, lo que supuso un 5,8 por ciento más que en el año anterior, con 296 más decesos que en 2016.
Las muertes estuvieron muy igualadas por sexos, ya que el 50,4% del total, 2.730, fueron hombres, y 2.683, mujeres (49,6%).
En otros tres casos fueron de niños que fallecieron antes de superar las 24 horas de vida.
Así, la tasa de mortalidad provincial fue de 10,8 por 1.000 habitantes en 2017, frente a los 11,1 de la anualidad anterior, mientras que el índice infantil fue de 3,4 sobre cada 1.000 nacidos, por debajo del 3,05 por mil de 2016.
Matrimonios
En cuanto al número de matrimonios también bajó 3,8 %, de 1.743 a 1.677 en la provincia el pasado año, con una tasa bruta del 3,2 enlaces por cada millar de habitantes.
Del total, 313 se celebraron en la capital ciudarrealeña.
En cuanto a los ritos, los matrimonios por la Iglesia Católica van disminuyendo en la provincia frente a los que se desarrollan de manera exclusivamente civil.
En concreto, el 53,4 por ciento (897) de los celebrados el año pasado en la provincia fueron enlaces sin ritos religiosos, mientras que el 40,7 por ciento siguieron la liturgia de la religión católica, 684.
Sólo seis fueron desarrollados por otras religiones y en otros 90 matrimonios no consta por qué tipo de procedimiento se llevaron a cabo las uniones.