Este jueves ha sido un día de sensaciones encontradas para los 50 niños ucranianos que han convivido a lo largo del verano con otras tantas familias ciudarrealeñas. Han dicho adiós a los que les han acogido en su casa “como uno más” durante casi dos meses, llegaron a la capital el 7 de julio, y vuelven a su país natal, Ucrania, para reencontrarse con los suyos.
Pasadas las ocho de la tarde cogían el autobús para volver a su país de origen después de “un verano fantástico”.
Aunque en la cara de los más mayores se reflejaba el desasosiego ante la inminente partida, los más pequeños conservaban la sonrisa que les ha dejado este tiempo de vacaciones.
La concejal de Acción Social, Matilde Hinojosa, ha sido la encargada de decir adiós a los niños que han residido en Ciudad Real, una ciudad muy solidaria que lleva ya 25 años poniendo en marcha este programa, ha recordado también el presidente de la Asociación Ciudad Real en Ayuda al Niño, CREAN, Ramón Serrano, en una despedida muy emotiva en la que los niños han recibido por parte del Ayuntamiento una mochila con diverso material escolar, varios paquetes con pinturas de colores, cuadernos, lápices, bolígrafos, etc.
Generosidad y solidaridad
Hinojosa ha aprovechado la ocasión para agradecer a las familias de acogida su generosidad y solidaridad y Serrano ha animado a las familias ciudarrealeñas a acoger a estos niños en sus hogares con la esperanza de que el próximo verano crezca el número de niños beneficiarios de este programa que tanto bien les aporta.
También para los padres y madres de acogida ha sido un momento difícil. Afirman que “es el momento de hacer balance de todo lo que se llevan” y, sobre todo, de todo lo que “nos quedamos las familias que seguro que es mucho más de lo que se pueden llevar ellos”. Además, seguirán manteniendo el contacto a lo largo de todo el año y “contando los días” para que ellos regresen el próximo verano.