Veinticinco alumnos del colegio San Francisco Javier participaron este jueves en un ameno taller de conocimiento de las plantas y los insectos impartido por la educadora medio ambiental, Cristina Copado, en el bosque Miyawaki situado tras las pistas deportivas de la carretera de Fuensanta.

Les dieron la bienvenida el concejal de Servicios a la Ciudad, Gregorio Oraá, y el jefe del Servicio de Parques y Jardines, José Arrieta, quienes explicaron el objetivo de este bosque de especies autóctonas y aclimatadas, ideado para contribuir a aminorar la huella de carbono siguiendo las instrucciones del botánico japonés Akira Miyawaki. Para ello, sólo se repondrán las plantas que se han secado el primer año, se regarán únicamente los tres primeros años y no se utilizan herbicidas ni insecticidas.

Además, en el suelo, entre las plantas, se ha colocado una cubierta vegetal de fragmentos de madera e instalado varios troncos secos, favoreciendo con ello la presencia de insectos descomponedores y polinizadores.

Una quincena de colegios se adentrarán en este bosque que comenzó a ponerse en marcha antes del verano y que cuenta con arbustos y árboles aún pequeños ya que una de las premisas es que crezcan desde el inicio en el emplazamiento, no que las plantas vengan ya desarrolladas.

“Vamos a llevar a los escolares también a los parques de la ciudad en abril, mayo y junio”, indicó Oraá, que resaltó que “uno de los objetivos fundamentales de la Concejalía de Servicios a la Ciudad es “la pedagogía con los colegios en medio ambiente y limpieza” del entorno, de manera que los chavales sepan la utilidad de las zonas verdes y “qué desarrollo futuro tenemos que tener en ciudades habitables y sostenibles”.

En cuanto a los talleres en el bosque Miyawaki, se imparten uno para colegios y otro para asociaciones y grupos familiares. El de los escolares está protagonizado por un escarabajo que ha perdido la memoria por una tormenta, de manera que los alumnos, a través de pistas dejadas por el bosque, tienen que ir encontrando a sus amigos, en unos casos insectos y en otros no, con los que irá recordándolo todo. Con cada desafío, entre los que está identificar las plantas por sus hojas a través de fichas explicativas de características y curiosidades, logran unas piezas para completar un puzzle que les reporta un mensaje para un debate sobre la utilidad de los bosques y el papel de los insectos, las plantas y de ellos mismos en la ciudad y dentro de los bosques.

También tendrán que ir superando pruebas, con una aplicación en una tablet o móvil, los participantes del taller de asociaciones y grupos familiares, sobre el aporte vital dentro de la biodiversidad y ecosistema de plantas e insectos.