Los cuatro días de fiesta de la Pandorga 2017 (desde este viernes hasta el 31 de julio) el Ayuntamiento de Ciudad Real permite beber alcohol en la vía pública de manera excepcional hasta las seis de la mañana. Sin embargo el dueño de un bar con terraza tiene que cerrar a las 2.30 horas hoy y mañana, y una hora más tarde los días 30 y 31, algo que desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería consideran “un agravio comparativo”, ha explicado a Lanzadigital.com la gerente Cristina Miranda.
Al colectivo, que esta mañana se ha reunido con los concejales de Festejos y Seguridad, Manuela Nieto y David Serrano, las explicaciones de los ediles no les han convencido, y aunque se les ha informado de que sus clientes podrán sacar las consumiciones a la vía pública, atribuyen al Ayuntamiento “falta de empatía”.
“Esta asociación está disponible para cuanta ayuda u orientación demande el Ayuntamiento sobre este tipo de decisiones y propuestas, siempre que, evidentemente, se quiera consultar la opinión del empresario hostelero, ayuda que no se puede prestar si encontramos ya las decisiones tomadas”, recalcan en un comunicado.
La gerente de la asociación explica por su parte que los decretos, que como el año pasado se aplicarán dos días más que en ocasiones anteriores, perjudican al sector. “En la práctica la aplicación de estos decretos supone una circunstancia muy lesiva para el hostelero. Muchos tenían previsto reforzar la plantilla estos días pensando que habría liberalización de horarios, pero si resulta que se puede consumir en la calle, que es lo que más ruido provoca, ¿qué necesidad hay de bares?”, “esto no es positivo para nosotros”, insiste.
Fiestas de ‘macrobotellones’
También cuestiona que con medidas como esta de permitir la venta y el consumo de alcohol hasta esa hora se apuesta por un modelo de fiestas en el que proliferan los “macrobotellones”. “El sector no cree que que la celebración de las fiestas deba pivotar en esta normalización del consumo de alcohol en la via pública, fenómeno con el que una actividad empresarial difícilmente puede competir y desde luego, a nuestro juicio, no es la imagen de ciudad que el empresario desearía”.