La decisión del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de presentarse a las elecciones al Parlamento Europeo de junio no preocupa a los Estados miembros de la UE, según han confirmado varias fuentes comunitarias a Europa Press que rechazan que pueda redundar en una mayor responsabilidad para el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante su turno de presidencia rotatoria.
“Esto es lo que hacen los políticos, ir a elecciones y salir elegidos. Veremos cómo va en los próximos meses, pero no estamos preocupados”, han señalado fuentes diplomáticas que confían también en el papel de la actual presidencia belga para “ayudar en lo que haga falta”.
De lograr un escaño como eurodiputado, Michel se vería obligado a dejar su cargo como presidente del Consejo Europeo meses antes de que expire su mandato en noviembre, a lo que algunas delegaciones restan importancia ya que consideran que sólo implicaría que su sucesor “tendría un comienzo temprano de su mandato”.
Frente a las voces críticas con la gestión de Michel, fuentes del Consejo Europeo defienden que “no existen impedimentos legales ni de ningún otro tipo” para que el presidente se presente a las próximas elecciones al Parlamento Europeo.
Al contrario, consideran que “refuerza la legitimidad democrática de su función, le hace más responsable ante los ciudadanos y le acerca a ellos para comprender sus preocupaciones y retos”.
El reglamento interno establece que, en caso de impedimento por enfermedad, en caso de fallecimiento o si su mandato llega a su fin, el presidente del Consejo Europeo será sustituido, en caso necesario, hasta la elección de su sucesor, por el representante del Estado miembro que ejerza la presidencia semestral del Consejo, y que, en este caso, corresponderá al primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Sin embargo, representantes nacionales en Bruselas no creen que en la práctica haya “una gran diferencia”, ya que Michel puede continuar como presidente del Consejo Europeo hasta que sea elegido eurodiputado a mediados de julio, lo que debería dar a los líderes tiempo “suficiente” para resolver los principales puestos después de las elecciones.
“El nuevo presidente simplemente tendrá que empezar pronto. Aparte de eso, no creo que signifique mucho para el debate sobre los puestos más importantes”, han incidido estas fuentes, que recuerdan que la actual presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fue nominada el 2 de julio de 2019, “incluso sin ninguna presión de tiempo”.