Francisco Cañizares y el primer teniente de alcalde, Ricardo Chamorro participaron en una ofrenda floral. Las rosas, rojas y blancas, fueron depositadas en un altar en la iglesia de Santiago. Tras la ofrenda floral los asistentes salieron a la plaza donde se han instalado chiringuitos, bares, churrerías y atracciones.
Carlos Lillo comenzó dando su discurso en verso y explicando lo que significa ser perchelero. “Ser de Santiago es identificarse con el barrio a través de los recuerdos”, dijo. Lillo rememoró su infancia, que tuvo lugar en dicha zona. “Ser de Santiago es haber comprado el pan en Nieves, unos anzuelos en Andrés, fotocopiar cosas en Maite y conocer a Antonio el cristalero porque, ser del barrio no es saberse los nombres de las tiendas, es saberse quién es el dueño y tratarlo con afecto”, narraba.
Ante estas palabras el edil Cañizares le felicitó por haber dado “el mejor pregón que había escuchado nunca”. Cañizares también felicitó a la asociación vecinal de El Perchel por “la recuperación de unas fiestas patrimonio de Santiago, pero pertenecientes también a todos los ciudarrealeños”.
El evento contó además con la participación del grupo de baile Valkyrias-Bowl y de la banda de música La Clave.