Varios dirigentes de partidos provinciales en conversaciones privadas, varios días antes de las elecciones generales de este domingo, estaban, no podía ser de otra manera, pendientes de los resultados en sí de los comicios, pero también los entendían como una especie de barómetro para las próximas elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo.
Era de lógica. Muchos de ellos, cuando realmente ponen en juego su liderazgo y la fuerza de sus organizaciones provinciales será en esas votaciones municipales, especialmente. En la provincia de Ciudad Real basten dos ejemplos. El secretario general del PSOE, José Manuel Caballero, estará pendiente de si consigue repetir como presidente de la Diputación y el presidente provincial del PP, Francisco Cañizares, se juega la Alcaldía de Ciudad Real, que quiere recuperar para su partido.
Es por eso que la respuesta a los resultados del domingo fuera de alegría de manera contenida por parte de los socialistas –Caballero cuando fue preguntado por las municipales habló como el entrenador del Atlético de Madrid, “Cholo” Simeone, hay que ir “partido a partido”- y Cañizares, prefirió centrarse en los lamentos por la fragmentación del voto del centro-derecha, que tanto ha afectado a este partido en la provincia.
Estos comportamientos contrastaban con la alegría de los nuevos diputados. Blanca Fernández y Miguel González, por el PSOE, Francisco Fernández-Bravo, por Ciudadanos, y Ricardo Chamorro, por Vox. Algunos parecían chicos con zapatos nuevos, se podría decir.
Todos menos la “popular” Rosa Romero y no porque vaya a ser la diputada con más experiencia por la provincia –cuarta vez que está en la Cámara Baja-, sino por el hecho de que su partido haya pegado un bajón sin paliativos en la provincia y haya perdido dos de los tres escaños que tenía en la legislatura pasada y que sus apelaciones constantes al riesgo de la fragmentación del voto del centro derecha no hayan recibido una respuesta adecuada por los ciudadanos.
En la provincia de Ciudad Real, en todo caso, los datos absolutos no dejan lugar a dudas. El PSOE ha logrado más 100.000 votos, más del 39 por ciento de los emitidos, casi 20.000 más que hace tres años. El PP, por su parte, en esta ocasión, se ha dejado 50.000 votos, ha pasado de 121.000 a casi 70.00, y ha caído de un 48 por ciento de hace tres años a casi un 24 por ciento ahora.
También en el lado positivo se sitúa Ciudadanos que ha superado los 50.000 votos, a los que llega desde los 33,000 de hace tres años, pasando de un 11 por ciento a más del 17 por ciento.
Sin duda, la irrupción más significativa ha sido la de Vox. Hace tres años, este partido en la provincia no llegaba a los 600 votos, ahora ha superado los 40.000.
Por su parte, en el lado contrario, Unidas Podemos pasó de los más de 37.000 votos de junio de 2016 a los cerca de 27.000 de esta ocasión, bajando del de más del 13 por ciento a poco más del 9 por ciento.
Siguiendo con los datos absolutos, el PSOE ha sido la fuerza más votada en 94 municipios de la provincia, mientras que el PP solo ha ganado en 8, varios de ellos de poca población, excepción hecha de Membrilla y Bolaños de Calatrava, ambas con alcaldes “populares” –el de Bolaños, Valverde, era candidato a senador- , como Villamayor de Calatrava, donde es alcalde el que ha sido candidato número 2 al Congreso, Juan Antonio Callejas.
Al resultado final en la provincia hay que sumar todavía algún dato más en general. Uno de ellos, el aumento de la participación. Esta ha pasado del 71,5 al 76,2, un total de quince personas más, ya que se ha ido de más de 282.000 votantes en 2016 a casi 298.000 votantes este domingo.
No es aritmética mimética, pero esta subida de casi 5 puntos en votantes coincide con los puntos, 5, que ha subido el número de votos del PSOE. A ello hay que sumar parte de los 11.000 votos que ha bajado Unidas Podemos en la provincia.
No es aritmética mimética tampoco. Pero si el PP ha bajado 50.000 votos y Vox ha pasado de casi cero votos hace tres años a 40.000 alguna relación cabe establecer entre ambos hechos. Buena parte habrán venido del PP, el resto, lo mismo, de recuperados de la abstención.
Este lado del tablero la completan los 17.000 votos que ha subido Ciudadanos. Sumados a los de Vox dan 57.000 votos, por encima de los 50.000 que ha perdido el PP, por lo que también tienen que haber tirado de los votos que se han recuperado de la abstención de hace tres años.
La segunda parte
Estos son los datos en bruto, pero hay detalles más por el fondo que también hablan de lo que puede pasar en las próximas semanas de cara a las elecciones municipales, la segunda parte del partido que se ha iniciado este domingo.
Hay un punto de partida. En primer lugar la propia influencia que tendrá el voto de las generales y su continuidad dentro de varias semanas.
A partir de ahí, se abren las expectativas. La primera variable a tener en cuenta es si se mantiene la participación de voto, no ya en general en la provincia, sino en cada municipio y no hay que olvidar que la provincia de Ciudad Real tiene 102 pueblos.
Hay un dato en todo caso que es preciso tener en cuenta. Aunque el PSOE ha ganado en diputados en la provincia, en la suma total de votos, la izquierda, socialistas y Podemos, suman 127.000 votos, frente a los casi 161.000 votos que acumulan PP, Cs y Vox.
Hace tres años PSOE y Podemos sumaban 108.000 votos, mientras que los tres partidos –PP y Ciudadanos, básicamente, dado que Vox, prácticamente, no existía-, sumaban casi 155.000 votos.
Esa adición de los resultados de los tres partidos, en todo caso, podría también dar su resultado en importantes localidades de la provincia, empezando por la propia capital.
Estos datos intentando hacer lo que puede ser un avance de lo que puede pasar en las municipales, también requiere de otras coordenadas. Del análisis de localidades en generales de este domingo en las cuatro cabezas de las principales comarcas –Ciudad Real, Alcázar de San Juan, Puertollano y Valdepeñas- y poblaciones más pobladas, Tomelloso, Manzanares, Miguelturra, Campo de Criptana, Daimiel, Mnanzanares y La solana- quedarían por matizar varios puntos.
En principio, en muchas de ellas, la Ley de D´Hont no tendrá la misma repercusión al ser aplicada en ayuntamientos donde elegirán 15, 20, 25 concejales, que las que ha tenido en las generales en la provincia de Ciudad Real, donde se elegían solo cinco diputados.
También queda por saber qué va a pasar a nivel nacional con los pactos para formar Gobierno. De partida, la vicepresidenta Carmen Calvo ha hablado de que el PSOE quiere gobernar en solitario. Pero una posibilidad que está abierta es un acuerdo PSOE-Ciudadanos, pese a las cruces que se han echado mutuamente ambos partidos negándose uno a otro.
De partida, en municipios importantes de la provincia, Ciudadanos ha avanzado de manera significativa, situándose en las generales como segundo partido más votado en Valdepeñas, Puertollano, Miguelturra o Manzanares y como tercer partido más votado en La Solana.
No tiene por qué haber relación entre el resultado de las elecciones generales con las municipales, pero en varios municipios se podría plantear quién es el partido que lideraría el centro derecha en esas localidades.
Vox, en todo caso, ha entrado con fuerza en todas las localidades más importantes, donde hace tres años ni existía, siendo fuerza número cuatro en Valdepeñas y La Solana e, incluso, estando más arriba en otras zonas, como en algunos municipios del Campo de Montiel.