Las renovables son “muy erráticas” y no sirven para dar estabilidad a los precios en el mercado de la energía. Así opina el profesor Juan José Rubio, que asegura que “hay que invertir en energías renovables, pero no van a sustituir a fuentes convencionales y seguras, como el gas natural o la energía nuclear”.
El debate sobre la energía nuclear está sobre la mesa y el economista se moja. Alemania acaba de cerrar 3 de sus 6 últimas centrales nucleares, pero Rubio advierte que Francia tiene 68 y prevé incrementar el número en los próximos años. En España quedan cinco centrales operativas, creadas en los años 80 y que vencerán en 2030. Aparte de las de Tarragona, Valencia y Cáceres, sobrevive hasta ahora la central de Trillo en Guadalajara.
“La Unión Europea acaba de definir la energía nuclear como energía verde, al igual que al gas natural, y lo cierto es que hay una mala prensa en torno a esta energía que no acabo de entender, porque es una energía relativamente limpia”, afirma el profesor. Considera que España cometió “un error estratégico” como país, “como consecuencia de un ecologismo mal entendido”, el de ‘¿nucleares? no, gracias’.
Las centrales que existían cuando el desastre de Chernobyl “no tienen nada que ver con las de hoy”
A juicio del profesor, la energía nuclear de hace 40 años, cuando fue el desastre de Chernobyl, “no tiene nada que ver con las centrales de hoy”, que cuentan con amplios protocolos de seguridad. También hace referencia al accidente de Fukushima en Japón, una central que, según señala, “tuvo un claro problema de diseño, porque no deberían haberla construido en una costa donde hay tsunamis”.
Quizás en los años 70, dice el profesor, el movimiento contra las nucleares “tenía cierta justificación”, pero en la actualidad no. Juan José Rubio advierte que “energía nuclear no solo hay en una central, sino en muchos sitios”, por ejemplo, “en los hospitales aplicada a la medicina”.
El problema de los residuos radioactivos existe y Juan José Rubio lo reconoce, pero “bien desarrollado un programa de reducción, como se está haciendo en muchos países, puede ser prácticamente nulo”.
España importa energía procedente de centrales nucleares de Francia
La apuesta por la energía nuclear, según el economista, “ahora mismo nos podría haber salvado muchos de los problemas de aprovisionamiento de energía que tenemos”, enfatizados por la crisis de Ucrania. Se da la paradoja, destaca Juan José Rubio, “que Francia nos está abasteciendo de electricidad vía centrales nucleares” y “estamos pagando la energía a precio de oro”. El país vecino está obteniendo unos importantes excedentes de producción.
La diversificación del mix energético es la clave para conseguir estabilidad en el suministro y en los precios. El carbón está desechado porque es muy contaminante, pero “España va a seguir muy dependiente del petróleo, del gas y la energía nuclear, hasta que se amorticen las centrales actuales”.
Las renovables ocuparán más parte del pastel según se desarrollen, pero siempre dependerán de recursos “que no son seguros”, como son el viento o el sol, para una demanda que sí es estable. Aparte de la energía hidroeléctrica, la esperanza para no incurrir en problemas de desabastecimiento está puesta en el hidrógeno. “En Puertollano tenemos el centro nacional, esperemos que se puedan desarrollar energías limpias y sobre todo que no sean erráticas”, concluye el profesor.