Maite Pedraza, la farmacéutica víctima de un atraco a punta a de navaja anoche en Socuéllamos, sigue despachando en la farmacia Pedraza ni siquiera veinticuatro horas después del susto, “por exceso de confianza”, afirma. No ha querido darle más vueltas, todo fue tan rápido, “no duró ni dos minutos”, que ni fue consciente del peligro que corrió.
Titular de la farmacia Pedraza de la calle Calvo Sotelo -en el bulevar que conducía a la estación-, en quince años de negocio jamás le han robado, quizá por eso y porque tiene un bar enfrente con terraza, no suele cerrar la puerta cuando hace buen tiempo, aunque sea fuera de horario comercial y esté sola. Eso mismo le pasó el lunes por la noche.
“Dinero, dinero”, lo único que dijeron los atracadores
“Se había ido una clienta, me metí en la rebotica, sonó la puerta y salí, vi a una persona sujetando las hojas de la puerta, para que no se cerrará, y pensé que era algo de vandalismo; me dije se carga la puerta y le advertí a esa persona con un ‘pero bueno, que estas haciendo’, él me respondió ‘dinero, dinero’, y al decir eso fui consciente de que me estaban atracando”.
Se percató de que el individuo llevaba pasamontañas y una capucha subida, “entonces percibí un movimiento en el lado izquierdo, era otro hombre, alto, con pasamontañas y capucha, que me apuntaba con una navaja”, relata en una conservación telefónica con Lanzadigital. Su reacción fue: “Tranquilo, que te voy a dar la que tenga”, abrió la caja registradora y le entregó todo el dinero, incluidas las monedas, “pensé que se conformarían con los billetes, pero al abrir el atracador de la navaja dio cuenta de que había más y sin hablar, con gestos, me señaló que lo cogiera todo, se lo di, y huyeron”.
Ninguna sospecha sobre los atracadores
La farmacéutica lo cuenta de corrido, “es que no duró ni dos minutos, no llevaba el mando antirrobo encima casualmente, pero aunque lo hubiera llevado es que no me habría dado tiempo ni de avisar, ni a que viniera nadie”, explica. A estas alturas no tiene ni la menor sospecha de quiénes pueden ser los atracadores, aunque parece que la Guardia Civil está tras su pista, y ha colaborado en lo que ha podido con los agentes. Después del atraco llamó a su marido e inmediatamente se personaron policías locales y guardias de la Policía Científica de la Guardia Civil que estuvieron examinándolo todo.
Solo después -ha seguido trabajando esta madrugada, cumpliendo con su guardia- se le han pasado por la cabeza otras opciones de lo que podía haber pasado, “en el momento lo único que recuerdo es tratar de evitar que se pusieran nerviosos”.
“Salieron como gacelas”
Calcula que le han robado unos 700 euros, entre billetes y monedas, “me hicieron vaciarlo todo, menos las monedas de céntimos”, y se esfumaron en un coche que ella no vio tan rápido como habían aparecido, “de la farmacia salieron como gacelas”.
La Guardia Civil busca a los atracadores
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Tomelloso busca a los dos atracadores, por ahora sin éxito, “tenemos algunos indicios y hay grabaciones”, ha explicado el teniente coronel jefe de la comandancia de Ciudad Real Juan Antonio Valle.
“Estoy rodeada de gente encantadora”
Pedraza cuenta que no ha dejado de recibir muestras de solidaridad desde que se conoció la noticia. El primer apoyo de sus compañeras de trabajo, “estoy rodeada de gente encantadora”; y hasta de una vecina “que nos ha traído unos dulces para que desayunáramos. Todo se ha quedado en susto, una anécdota para contar a los nietos”.
A la titular de esta oficina de farmacia le costará ser más precavida, pero lo hará, “donde tengo mi despacho de farmacia para mí es mi barrio, más que el de residencia, me da mucha seguridad, por eso quizá el exceso de confianza. Voy para treinta y siete años en el negocio y nunca me había ocurrido algo parecido. Espero que no se repita”.