“Con mucha ilusión y con ganas de que la gente se divierta”. Así afronta Conchi su nombramiento como Máscara Guarrona 2019. Una noticia que ha modificado sus planes para el próximo carnaval ya que normalmente prepara un par de disfraces y este año “serán algunos más”. Diseños que se hace ella misma porque “desde el momento en que empiezo a pensarlos en mi cabeza, ya los estoy disfrutando”.
En Radio Daimiel, Conchi ha compartido su pasión por el carnaval, una relación que de muy niña no era tan idílica. “Me daban horror las máscaras, me ponía mala, supongo que de los nervios”. Sin embargo, con seis o siete años su madre la disfrazó y ahí cambió todo.
Desde entonces hasta la fecha, Conchi no ha faltado casi ningún año a su cita con el Martes del Río “siempre con la cara tapada”. Tanto es así que durante estos días posteriores a su elección muchos daimieleños han descubierto quien se escondía detrás de sus disfraces. Precisamente, esa pérdida de anonimato es la única objeción que le pone a su reinado en el carnaval daimieleño, aunque no descarta “soltar el bastón de mando durante algunos momentos para ser yo misma”, adelantaba.
Del amplío vestuario que ha acumulado durante su vida, y que cuando lo ha estado revisando le ha sorprendido la cantidad de cajas y bolsas que ocupa, rescataba los disfraces de pato de Las Tablas, uno de sirena y otra de caja de bombones de Nestlé, de entre los más antiguos.
De los más recientes, citaba el de ambientador floral que se puso el año pasado o el de dama del mar, con el que consiguió un primer premio. “Resultó muy original y barato” porque, tal y como entiende Conchi el carnaval, “no hace falta comprarse telas muy ostentosas, en el mercadillo tenemos de todo”.
Lo más importante, insistía, es “salir a la calle a divertirse y a hacérselo pasar bien a la gente”. En su caso, eso le ha llevado a vivir anécdotas muy divertidas como cuando se cambió hasta tres veces de disfraz para seguir dándole la murga a un concejal que la reconoció al principio, pero que luego se tuvo que dar por vencido. “Al final lo puse loco y no sabía realmente quien era. Días después me paró en la calle y me preguntó por aquella noche, y le contesté que yo no era esa máscara, que yo estaba en Ciudad Real”, recuerda entre risas.
La noche del viernes 1 de marzo Conchi no podrá ocultarse con tanta facilidad, pero con ella nunca se sabe. En ese acto inaugural del Carnaval daimieleño será proclamada Máscara Guarrona 2019.