El infractor tiene 41 años y es de Tomelloso. Fue interceptado el miércoles pasado
Belén Rodríguez
Ciudad Real
La Guardia Civil imputa un delito contra la seguridad vial a uno de los 261 conductores denunciados en la última campaña de control de velocidad en las carreteras de la provincia de la semana pasada.
El infractor, A.C.P., tiene 41 años, es de Tomelloso y fue sorprendido el miércoles pasado circulando a 163 kilómetros por hora en un cruce limitado a 70 de la carretera comarcal CM-4117, que comunica Daimiel con Valdepeñas.
Precisamente el punto kilométrico donde fue sorprendido, el 34,600, es un uno de los tramos de intensificación de la vigilancia de velocidad (Invitra) de los que se vigilan con frecuencia para reducir los accidentes, según han explicado fuentes de la agrupación.
Este caso es el único judicializado de la campaña. Al superar en noventa kilómetros la velocidad permitida en ese tramo el conductor ha sido procesado como autor de un delito contra la seguridad vial en los juzgados de Valdepeñas.
Entre el lunes 17 y el domingo 23 de abril unos 3.500 vehículos han sido sometidos a control de velocidad en las carreteras de la provincia. La mayoría de las sanciones las han registrados los radares fijos de las carreteras convencionales. Por estos dispositivos han pasado 2.691 vehículos y han sido denunciados doscientos, según datos facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico.
En autopistas y autovías los radares fijos han controlado a 225 vehículos y han sancionado a once conductores.
Con los radares móviles los agentes de la Guardia Civil han multado a 49 conductores, cuarenta y siete en autovías y dos en carreteras convencionales. Con este sistema han sido sometidos a control otros 660 automóviles.
El exceso de velocidad o la velocidad inadecuada está detrás de unas 300 muertes en accidentes de circulación al año, según los últimos datos estadísticos que maneja la DGT.
La velocidad dispara el riesgo de muerte
La velocidad excesiva o inadecuada es un factor de riesgo fundamental que determina la mayor o menor incidencia en la siniestralidad vial, la gravedad y el grado de lesión de las víctimas en caso de accidente. Según datos de la DGT en el caso de accidentes mortales, “en un 20% de ellos la velocidad fue un factor concurrente”.