El tradicional baile de la imagen de la Virgen de la Cabeza puso fin a los actos desarrollados en la primera semana se junio en su honor. A los pies de la iglesia de Santa María, los hermanos que la portaban a hombros la balancearon, dentro de una fiesta que despide esta celebración en Daimiel.
Así finalizó el domingo la procesión a la que acompañaron numerosos niños y niñas vestidos de comunión, además de otros tantos engalanados para la ocasión.
La Virgen de la Cabeza salió con una puntualidad británica, minutos antes de las ocho de la tarde ya se abría camino el desfile por la calle Obispo Quesada. Siguió por Fontecha, Plaza de España, Santa Teresa, Prim, Mínimas, Mártires, Arenas, Plaza de Santa María y Gregorio Molinero.
Coro y banda
Al alcanzar las inmediaciones del Parterre hubo una gran expectación ante cientos de fieles que se agolpaban en el exterior de la iglesia de Santa María para recibir a la imagen, acompañada del Coro Romero Virgen de la Cabeza y de la Banda Municipal de Música.
Por otro lado, la mañana tuvo lugar la función religiosa, dedicada a los fundadores de la hermandad, Jesús Trujillo y Vicenta Hernández.