La sequía también ha afectado de manera determinante a la recolección de hongos y setas en la provincia de Ciudad Real.
Así lo han constatado micólogos y aficionados en una de las zonas de más tradición, como es la localidad de Saceruela y su entorno, donde la temporada “ha sido muy tardía” por falta de agua incluso para las termófilas y para especies de invierno como la conocida como pie azul (lepista nuda). “En general no está siendo un año bueno en cantidad, al igual que el año pasado por la descompensación de las precipitaciones”, ha señalado Germán Díaz, maestre de la Orden del Sácer, coorganizadora de las Jornadas Micológicas y del Medio Ambiente en dicho municipio, recién celebradas en su XXII edición.
Díaz ha subrayado la necesidad de humedad, en lugares umbríos cercanos a canales de agua o en bosques de pino y encinas, para el desarrollo de estos vegetales y la variedad que hay en la provincia como las setas de cepa, más propias de la comarca de La Mancha, las setas de cardo que se localizan en el entorno de la capital, y las senderuelas, boletus o níscalos, típicos en la zona del oeste ciudarrealeño.
Este último entorno, con Saceruela y Puebla de Don Rodrigo como referentes, está más favorecido para la crianza de los productos micológicos por “el ecosistema que tenemos, con bosques más típicos del norte”.
En el caso de los níscalos, este año ha habido “escasa cantidad”, frente a los “miles de kilos” que se recolectaban en años anteriores.
El déficit también se debe a “las malas prácticas de los últimos años por parte de incontrolados”, al levantar indebidamente el mantillo y provocar el secamiento del micelio (aparato vegetativo de la seta bajo tierra), que para su regeneración precisa 20 años. “Es matar la gallina de los huevos de oro”, ha sostenido Díaz.
Sin embargo, el experto ha valorado positivamente la erradicación de estas malas prácticas a través de las pautas que publican cada campaña la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (Apam CLM), en las que limita la recogida a un máximo de cinco kilos de setas por día y persona.
También la recolección de setas silvestres está condicionada por un permiso imprescindible y sujeta a unos cupos y límites para poder llevar a cabo esta actividad.
“En Castilla-La Mancha los forestales y el Seprona velan porque no haya una recogida abusiva de setas en los cotos micológicos”.
Precisamente este control ha favorecido que en los últimos cuatro años “haya florecido un turismo micológico”, con aficionados de Valencia, Castellón, Alicante, Jaén o Madrid, “que además de recolectar dejan un impacto económico”.
Respecto a las jornadas, Díaz han vuelto a ser exitosas, según Díaz, con “145 especies distintas recogidas pese al mal tiempo” y una participación de 200 personas.
Congreso
Por otro lado, Díaz ha avanzado que la orden que preside celebrará en marzo el congreso ‘Turismo y vías de peregrinación’, en el que participarán expertos de varios sectores con el fin “potenciar distintas vías de peregrinación al Monasterio de Guadalupe”.
Díaz ha explicado que se trataría de aprovechar la ubicación de la provincia y otras localidades extremeñas para aumentar el tránsito de peregrinos a Guadalupe, al igual que hicieron a principio de los años 90 con la habilitación de albergues y otras instalaciones “con poca inversión” para promover el Camino de Santiago.