El parque nacional de Cabañeros busca hueco para ubicar en su exposición permanente algunas piezas del extraño fósil marino descubierto por el paleontólogo del CSIC Juan Carlos Gutiérrez Marco: el ‘cabaneroceras aznari’, la nueva especie bautizada con el lugar del hallazgo, la finca privada Cabañeros del parque nacional, seguida de ‘aznari’, en agradecimiento al propietario el naviero Alejandro Aznar, que facilitó la investigación del equipo de Gutiérrez.
“Nos van a ceder una pieza de unos 20 centímetros para exponerla en la parte de geología de la Casa Palillos, y si obtenemos alguna más la llevaríamos al centro de visitantes de Horcajo de los Montes”, dice Ángel Gómez, el director conservador del parque.
El abuelo de los pulpos de 465 millones de años
La intención es exhibir también una recreación del cefalópodo, un antepasado del pulpo y el calamar que vivió hace 465 millones de años, cuando las rañas que ahora cobijan a ciervos y jabalíes eran fondos marinos que rodeaban el continente de Gondwana (ni siquiera existían los continentes actuales).
Otras piezas del fósil descubierto en Horcajo de los Montes por un equipo científico de españoles y finlandeses se depositarán en el Instituto Geológico y Minero (en estos momentos están allí), el Museo Paleontológico de Cuenca y el Museo de Ciencias Naturales de Viso del Marqués.
Se exhibirá esta primavera
“La idea es que el público pueda verlo esta primavera”, dice Gómez, que subraya el valor de este fósil “como elemento que reafirma la importancia que la geología tiene en el parque nacional. Con la cruziana de la ruta del Boquerón del Estena, en Navas de Estena, ya teníamos una importancia mundial, esto viene a redondear el valor geológico del parque”, remarca.
Ni Gómez ni el resto de personal del parque han tenido noticia de la investigación hasta que no se ha publicado el resultado y lo ha dado a conocer el Ministerio para la Transición Ecológica, “algo normal en este tipo de trabajos”.
Se pensaba que vivieron en aguas más cálidas
El hallazgo tiene relevancia científica no solo porque se descubre una nueva especie de intejocéridos, la del ‘cabaneroceras’, sino porque es la primera vez que se encuentra un cefalópodo de este tipo en una zona de aguas frías. Hasta ahora se creía que estos seres vivieron en latitudes paleotropicales durante el período Ordovícico, comprendido aproximadamente entre hace 505 millones y 440 millones de años (América del Norte y Siberia).
Unas “piedras raras” con mucho hierro (lo habitual en la zona es cuarcita) en una raña de la finca Cabañeros, la de mayor extensión del parque, alertaron a los paleontólogos que empezaron a buscar y encontraron los restos del fósil.