J. Y. / Ciudad Real
Los miembros de asociaciones cinegéticas de las provincias de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real, con zonas afectadas por alta densidad de conejos de monte, han empezado a cazar ejemplares de esta especie (Oryctolagus cuniculus) para controlar su población ante los daños que están causando en cultivos como el cereal, los almendros, la vid y el olivar. Fuentes de Aproca y la Federación de Caza dijeron a Lanza que la sobreabundancia de conejos se registra en puntos concretos (en 90 pueblos, según la Junta) y su alta concentración también se debe a la inexistencia de predadores naturales. En Ciudad Real hay doce pueblos con emergencia cinegética, principalmente de La Mancha, incluida la capital.
El presidente de la Asociación de Productores de Caza de Castilla la Mancha (APROCA), Luis Fernando Villanueva, recordó que la declaración de emergencia cinegética en una resolución del pasado 9 de marzo para 90 municipios de la región evita “una avalancha de solicitudes de permisos”, al igual que ha ocurrido con una autorización similar, una vez ha acabado el periodo de veda oficial, en Guadalajara y Cuenca para evitar daños de cérvidos.
Villanueva explicó que aunque la Consejería de Agricultura tiene “testadas” las zonas con más densidad de conejos, “se han ido desplazando a territorios con más comida y menos predación”, lo que ocasiona que una población que haya crecido de manera descontrolada puede afectar al equilibrio vegetativo de las diferentes plantaciones.
“El conejo se ha ido desplazando a zonas agrarias y provoca perjuicios a la agricultura”, subrayó Villanueva, una problemática que precisa de la intervención de los cazadores, y que “no gusta al cazador” pero que tiene que afrontar por “el coste de los daños que ocasiona”.
Así desde el pasado jueves y hasta el 30 de abril, la autorización excepcional del Gobierno regional contempla la captura mediante hurón y capillo, redes sin perro o hurón y escopeta sin perro.
Manuel Aranda, delegado de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, señaló que la medida “es buena” para las comarcas afectadas, aunque la sobredimensión de población de conejo de monte “no es generalizada” en la provincia, por lo que se hacen controles en las zonas afectadas.
Con la medida “se minimizan los daños”, sostuvo y convino que “es un mal que venimos padeciendo desde hace años en el corredor o eje que se extiende por el centro de Castilla-La Mancha”. Aranda advirtió de que “no hay que escandalizarse” porque “no es una plaga”, sino “una sobreabundancia en zonas concretas”, en cuyos territorios tiene un importante papel las sociedades de cazadores “que hacen controles”.
Además, a diferencia de otros años, el conejo de monte “no sufre enfermedades, está sano y es comestible”.
Productores
Los productores tienen más preocupación por la alta densidad de conejos y es un “problema grande”, señaló Pablo Alcaide, presidente de Asaja Valdepeñas, que reconoció que “no es nuevo” y cuya solución a veces se plantea difícil porque los conejos hacen las madrigueras cerca de carreteras, vías ferroviarias y ríos, donde puede haber personas y donde los métodos de captura pueden ser menos eficaces.
“En Valdepeñas hay sitios concretos con problemas por conejos, aunque no todo el término, con 48.500 hectáreas, está afectado”, explicó Alcaide y avisó de que esta especie “es territorial y agota la comida conforme avanza, mientras que por ejemplo la liebre reparte el daño porque se dispersa más”.
Soluciones
De su lado, el secretario regional de COAG, Ángel Gálvez, apostó por regularizar las poblaciones tanto de conejo como de cérvidos. “Hay solución entre productores y cazadores y es fácil”, declaró.
A su juicio, habría que firmar un documento por el que “se podrían trasladar de un sitio con más densidad a otro con dificultades para repoblar”.
Para Gálvez “hay que solucionar este problema” a través “de acuerdos” para alcanzar “equilibrios”, ya que en el caso de los cereales “están siendo dañados, encima de que de por sí no van bien regular una ordenanza si hay acuerdo y llevarlos a la otra.