Belén Rodríguez
Ciudad Real
El Gobierno de Castilla-La Mancha pretende diferenciar y regular en una única norma el turismo activo y el ecoturismo, dos actividades que a partir del año que viene tendrán su regulación específica, aunque no excluyente (las empresas pueden tener el doble régimen), y todo esto con el consenso del sector, con el que se retomarán las conversaciones a primeros del mes marzo.
“Queremos llegar a la mesa técnica con un borrador de decreto elaborado”, explica la directora general de Turismo Ana Fernández Samper.
Ese texto supondrá una modificación de la normativa actual de turismo activo (2005) por la que ya se regulan las empresas que ofrecen actividades en la naturaleza (seguros, titulación, etc), y además se establecen los requisitos que deben cumplir las empresas de ecoturismo, algo totalmente novedoso en España.
“Consideramos que el ecoturismo es aquel que se practica en un espacio natural protegido de Castilla-La Mancha, y siempre que la actividad que se desarrolle tenga como objetivo la preservación del medio ambiente y genere el menor impacto posible”, subraya Fernández Samper.
El nuevo régimen normativo está pensado para empresas que ofrezcan actividades en estos espacios, pero también a alojamientos rurales e incluso agencias de viaje.
“Creemos que con esto beneficiamos a las empresas que sólo quieren ofertar actividades sencillas de naturaleza, y no necesitan tantos requisitos como las de más riesgo, aunque sean actividades muy parecidas. En cualquier caso la filosofía de nuestra intervención es acomodarnos al sector y a lo que nos piden, y ser lo más flexibles posibles para generar más actividad”, subraya la directora de Turismo.
En estos momentos en Castilla-La Mancha ya hay empresas que ofrecen actividades de ecoturismo “pero no se visualiza como una actividad diferenciada”.
La reunión con la mesa técnica de la que saldrá la nueva norma se ha pospuesto del 16 de febrero hasta primeros de marzo. A partir de ahí se hablará ya con un borrador en la mano y se introducirán los cambios que se acuerden. La intención es que el decreto pueda estar consensuado para el próximo mes de noviembre y se pueda empezar aplicar a partir del próximo año.
“La tramitación de una norma lleva sus tiempos”, apostilla la directora general de Turismo.