A pesar de los temores de que la lluvia arruinara alguna de las salidas de las cofradías daimieleñas, el tiempo ha dado tregua a todas ellas, dejando para la última cita, cielos despejados y temperaturas agradables.
Pasada las 13:00 horas del medio día, comenzaban a desfilar nazarenos sin capillo ni capuz de todas las hermandades, acompañando a Jesús Resucitado, único paso componente de la marcha, alzado a hombros por 20 hermanos en relevos de 10. Con velones de cera natural en las manos, que se resistían a mantenerse encendidos, la última procesión de esta Semana Santa, partía de la Parroquia de San Pedro Apóstol, alternando la salida con su sede canónica Santa María la Mayor. Cerrando la marcha, se encontraba una buena parte de la corporación política municipal, con Leopoldo Sierra, edil de la localidad, a la cabeza.
De este modo, y al son de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Columna y la Virgen de la Amargura, y la Banda Municipal de Música, durante algo más de hora y media la variedad multicolor de túnicas y capillos ha pintado las calles de la localidad, para cerrar su desfile a las 14:30 horas.
Con el fin de este cortejo procesional, se pone el broche a la Semana Santa daimieleña, en la que hermanos y penitentes han disfrutado de un pleno procesional.