La visita del Paje Real para recoger las cartas de los niños y llevárselas a sus Majestades de Oriente puede servir para hacer una radiografía social de los más pequeños de la casa. ¿Qué piden?, ¿Cómo se han portado?, ¿Qué notas han sacado? A tenor de las primeras visitas, los hombres y mujeres del futuro de La Solana están predispuestos a marcar una época. Son estudiosos, buena gente y en sus misivas prefieren juguetes tradicionales.
El Paje Real destacó la ilusión con la que acudieron a entregar sus peticiones, algunos también con cierto recelo. Material escolar, ropa y juguetes de toda la vida son el reclamo principal, en detrimento de Tablet, móviles y juegos tecnológicos que fueron el deseo de años anteriores.
Algunos piden muchos regalos, otros menos, pero casi todos se acuerdan de sus familias para que también se cumplan sus deseos en forma de presentes. También son sinceros al máximo. El mayor porcentaje asegura haberse portado bien, algunos regular, e incluso otros reconocen haber realizado alguna que otra travesura.
También son muy aplicados en el colegio a tenor de las notas. Notables y sobresalientes predominan en sus cartillas de evaluación, según transmiten al emisario real.
Los niños obtienen el primer regalo al introducir sus cartas en el buzón, recibiendo una bolsa de chuches de manos de los ayudantes del Paje. Algunos se ponen tan nerviosos, que se olvidan de recogerla. Lo que no falta es la foto de rigor a petición de las madres que les acompañan.
Lo que parece claro es que Melchor, Gaspar y Baltasar acudirán a La Solana cargados de regalos para todos y con pocas piedras de carbón en sus camellos.
