Las cifras oficiales dicen que han pasado 19.644 personas por la instalación entre junio y agosto. Eso supone 2.000 más que año pasado, que a su vez ya había superado al anterior. En realidad, la temporada se cerró el pasado viernes, uno de septiembre, y lo hizo con un novedoso fin de fiesta organizado por el Ayuntamiento que reunió a más de 600 bañistas, gran parte de ellos niños.
El técnico municipal, Cipri Martín-Zarco, declaró a los medios que llevan varios veranos mejorando el nivel de asistencia a las piscinas municipales. “Llevamos unos años al alza; el pasado fue bastante mejor con respecto al anterior y este año hemos tenido unas dos mil personas más”. En total, en torno a 20.000 bañistas han acudido desde que se abrió la instalación al aire libre el pasado 22 de junio. De acuerdo con esos datos, julio terminó con 8.241 bañistas y agosto con 7.962. A ellos hay que unir los 2.808 de junio y los 633 del último día, uno de septiembre.
Precisamente ese día fue la guinda al pastel veraniego. La Concejalía de Festejos montó una fiesta acuática para despedir el verano que resultó un éxito de asistencia. Entre las 4 y las 8 de la tarde, los dos vasos se poblaron de atracciones de agua y cientos de bañistas acudieron a la llamada para disfrutar del momento. Una empresa preparó castillos, canoas y celebró gymkanas. Aunque la mayor parte eran niños de corta edad, tampoco faltaron adolescentes y adultos disfrutando del momento. Un equipo de seis socorristas se ocupó de la vigilancia y de atender cualquier eventualidad.